Poco tienen que ver las mermeladas caseras con las que compramos en los supermercados, y no sólo me refiero a su sabor, sino a la libertad de poder elegir los ingredientes y la tranquilidad de saber que estamos tomando una mermelada natural sin aditivos ni pectinas artificiales.
Pocas recetas son tan fáciles de preparar y con tan excelentes resultados como esta mermelada. Y si tenemos la Thermomix, pues más fácil todavía, ya que no tendremos que remover constantemente el caldero para evitar que se pegue el azúcar en el fondo.
Lo ideal es elaborarla con azúcar integral o panela, pero también podremos hacerla con azúcar común.
Generalmente la proporción de azúcar es la misma que la cantidad de fruta que utilizemos, pero yo le añado un poco menos y la consistencia es igual de buena. Claro, que eso dependerá mucho de la fruta que elijamos para hacer nuestra mermelada. En este caso sí podremos usar un poco menos sin notar diferencias.
Esta mermelada no sólo sirve para untar en pan integral (que también estaría muy bueno), sino también está buenísima dentro de un yogur natural, dándole color a unas lonchas de tofu a la plancha o incluso para hacernos un delicioso batido de frutas… son muchas las recetas que podemos enriquecer con un sabor tan natural y suave.
Vamos a por la receta:
Ingredientes:
- 300 gr de papaya
- 300 gr de naranjas de zumo sin nada de parte blanca
- 500 gr de azúcar morena integral
- 1 cucharadita de canela en polvo
- 1 cucharadita de zumo de limón
- ralladura de media naranja
Preparación con la Thermomix:
Introducir todos los ingredientes en el vaso y triturar durante 10 segundos en velocidad 5. Bajar los restos de las paredes con una lengua, y programar 30 minutos con temperatura de 100 grados y velocidad 2.
Con estas cantidades podremos hacer la mermelada sin el cubilete puesto, para que así se evapore el agua de la mermelada y quede una consistencia perfecta.
Igualmente, si nos queda muy líquida, siempre podremos programar 5 minutos más para que siga evaporándose el agua.
Al terminar la cocción debemos tener en cuenta que al enfriarse quedará más densa, por ello es importante no cocinarla en exceso.
La distribuimos en recipientes de cristal (por ejemplo de las antiguas mermeladas que ya no compraremos en el supermercado) y las dejaremos templar en la encimera de nuestra cocina, para después introducirlas en el frigorífico.
Estos botes se pueden esterilizar y envasar al vacío la mermelada, pero con la cantidad de azúcar que lleva y lo poco que dura en mi casa… pues no lo he visto necesario!!
Para hacerla sin Thermomix, debemos triturar todos los ingredientes con una batidora de mano y cocinar durante 30 minutos a fuego medio removiendo continuamente para que no se pegue el azúcar.