Revista América Latina
El debut cinematográfico
María Cristina Estela Marcela Jurado García nació el 16 de enero de 1924 en la Colonia Rioma, del Distrito Federal, México. Tuvo una infancia bonita, económicamente desahogada. Su padre era abogado, y su madre era cantante y trabajaba para la XEW, la estación de radio mexicana más importante de América Latina en aquellos años. Su tío, hermano de su madre, era el compositor y músico Belisario de Jesús García, que era compadre de don Emilio Azcárraga, el fundador de la XEW radio y posteriormente de la cadena de televisión mexicana Televisa. Como bella adolescente, Katy pronto interesó a los productores y directores de cine, que se acercaron para hacerle ofertas para debutar como actriz, pero sus padres nunca dieron su consentimiento. Uno de ellos fue el afamado director Emilio “El Indio” Fernández, quien le ofreció un papel en La Isla de la Pasión (1941), filme con el que debutaba como director, y a pesar de que su padrino de 15 años fue el actor Pedro Armendáriz, la negativa de actuar fue definitiva. En 1943 se le ofreció otro papel importante en la cinta No Matarás (Chano Urueta), solo que esta vez Katy aceptó realizarla sin el permiso de sus padres. Cuando estos se enteraron, amenazaron con meterla a un internado en Monterrey. Pero ella inmediatamente se casó a escondidas con el aspirante a actor Víctor Velázquez. Ella tenía 18 años de edad y el novio 31. Velásquez tenía experiencia en el cine, apoyó la entrada definitiva de Katy al medio, y así fue como en ese mismo año realizó también Internado para Señoritas (Gilberto Martínez Solares), comedia musical que fue la primera cinta de la actriz en estrenarse, por lo que el público la conoció primero en esta cinta y luego en el melodrama de época No Matarás, ambas en el papel de la antítesis de las tiernas heroínas, su encarnación perfecta. Y entonces le llovieron las ofertas de los productores y Katy empezó a filmar una cinta tras otra. Ella no solamente tenía presencia física, sino un gran talento y una memoria prodigiosa. “Sabía que mi cuerpo era provocativo, pero también que no era bella, aunque sí, reconozco, mi tipo era distinto y muy sensual”, expresó la actriz. Sin embargo, paralelamente a su éxito de artista, su matrimonio naufragó y a los tres años de casada, se divorció de Velázquez, quien no pudo hacer una sólida carrera y gustaba de vivir de su mujer.
“Víctor Velázquez también fue el padre de mis hijos: Víctor Hugo y Sandra María Cristina. Lo conocí en México, porque él estaba en el medio. Estuve casada durante tres años, de 1943 a 1946. Cuando estaba embarazada de mi hija, pedí el divorcio”.
Su entrada a Hollywood
En 1951, Katy Jurado debutó para el cine norteamericano en Tarde de Toros (Bullfigther and the Lady, Budd Boetticher), cinta filmada en México, pero producida por John Wayne, con la actuación de Robert Stack, Joy Page y Gilbert Roland, entre otros. Gran aficionada a la fiesta brava, Katy iba todos los domingos a la plaza de toros, y en una ocasión coincidió con Wayne y Boetticher, que desde que la vieron hicieron todo lo posible por conseguirla para su película, sin saber que esa chica de apariencia gitana era en realidad una actriz. Tras el estreno de la cinta, los directores Stanley Kramer y Fred Zinnemann le hablaron a Bud Boetticher para contactar a Katy, pues habían quedado fascinados con sus escenas en Tarde de Toros y querían hacerle una prueba para que participara en la cinta que ambos preparaban, el famoso western A la Hora Señalada, conocido también como Sólo ante el Peligro (High Noon, 1952).
“Llegó un telegrama diciéndome que querían hacerme una prueba. Les contesté que no, que nunca en mi vida había hecho pruebas. No sabían si podía hacer el papel de Hellen Ramírez, ya que ellos me habían visto en Tarde de Toros, ahí me tocó salir de esposa, esperando un bebé y no sabían si tenía la fuerza que necesitaba Hellen Ramírez: una mujer con atractivo sensual. Les dije: he hecho esa clase de películas en México, pues fue mi línea, ¿no? Les dije que vieran películas mexicanas allá en Los Ángeles en Down Town y me mandaron decir que aceptaban. Todo lo que pedí, me lo dieron. Llegué allá y estaban Carl Foreman y Fred Zinnemann. Con Bud Boetticher firmé el contrato y esa noche me invitaron a cenar, me dijeron que me tenían una sorpresa y era que Gary Cooper estaba sentado esperando que llegáramos; él sería el galán de A la Hora Señalada. ¡Imagínese! Para mí fue una cosa increíble.”
El Globo de Oro y su relación con Grace Kelly
“Era el tiempo de la cacería de brujas en Estados Unidos porque el senador McCarthy tenía pleito con los comunistas: había mucha tensión en el set porque Carl Foreman, el guionista, estaba acusado de comunista y él no quiso delatar a su grupo, ésa era la forma en las que los perdonaban. Como él no dijo nada y salió del país, había tal tensión, y yo no sabía de qué se trataba, pues era la primera vez que estaba en Hollywood.”
“Como he sido una persona muy sincera, cuando llegué a Hollywood me quisieron poner un maquillaje ‘equis’, pero me lavé la cara y me puse el maquillaje que acostumbraba usar aquí, también quisieron peinarme distinto, pero me peiné como solía hacerlo aquí, así fue como empezaron a respetarme, porque me daba a respetar y sabía lo que quería, además nunca pensé que iba a hacer una carrera en Hollywood. Me importaba tener éxito allá para venirme aquí y ser la primera de México, pero Hollywood nunca fue mi meta.”
“Dentro de la película A la Hora Señalada, yo iba en el reparto antes de Grace Kelly porque era su primer papel estelar. […] Ella era una de esas muchachas que se hacen las débiles y que son muy fuertes porque siempre juegan con los hombres… Ella sí tenía recelo de mí porque siempre he sido muy franca y en mi trabajo siempre veo a los ojos, incluso, Fred Zinnemann, el director, me decía: “¿Por qué no le ves un oído cuando dices tus diálogos?” Es que ella no aguantaba mi mirada y se equivocaba en sus parlamentos, pero yo le dije: ¡No!, además ya estoy cansada de darle mis líneas y de que todo el tiempo la cámara esté sobre ella. Zinnemann me dijo: bueno, entonces la cámara va sobre Hellen Ramírez. Ese papel ya lo había ensayado tanto, durante cinco semanas, que se me hizo muy fácil. Cuando llegamos al set, ya sabíamos nuestros papeles porque en los ensayos, lo que no sentíamos de nuestros diálogos lo compusieron o lo quitaron, así que ése fue uno de los éxitos que tuvo A la Hora Señalada, claro, ya tenía los siete años de experiencia en México y realmente mi papel fue hecho en dos días porque todo pasaba en un solo cuarto que era el de mi personaje. […]”
“Estuvimos a punto de no acabar la filmación, porque hubo muchos retrasos a causa del director y de Grace Kelly”, contaba Katy, quien descubrió un día que el equipo de filmación la eligió para que hablara con la futura princesa de Mónaco y la hiciera entender que Zinnemann no podía trasnochar con tanta frecuencia, ya que la filmación comenzaba muy temprano. “Hasta el momento nuestra relación era sólo de ‘¡Buenos días, miss Kelly!’ ‘¿Cómo está señora Jurado?’, y hasta ahí, pero cuando decidí darle la recomendación que me habían pedido mis compañeros, me retiró el saludo y cuando me veía, respingaba todavía más la nariz.”
A la Hora Señalada consiguió nominaciones al Globo de Oro que otorga la prensa extranjera en Hollywood, en las categorías de Mejor Película, Mejor Director, Mejor Guión Adaptado, Mejor Actor para Gary Cooper y Mejor Actriz Secundaria y Revelación Más Prometedora para Katy Jurado. Fue todo un logro artístico que la mexicana aspirase a dos reconocimientos. Ese año nadie peló a Grace Kelly en las nominaciones a los diversos premios más prestigiosos de Estados Unidos. Y tanto Cooper como Katy Jurado, consiguieron el Globo de Oro en sus categorías correspondientes, ella ganó como Actriz Secundaria o de Reparto.
“Nunca pensé que éste llegaría a ser uno de los clásicos del western junto con Shane y La Diligencia. Nunca pensé que iba a hacer una película tan grande. Precisamente, yo estaba en Brasil, había ido a Punta del Este con Cantinflas después de un festival de cine en Uruguay, y estando ahí me llamaron por teléfono de México y hablaban de Oscar, Oscar… Era lo único que yo entendía porque no se escuchaba bien. Me asusté mucho porque uno de mis hermanos se llama Oscar. Me vine ‘volada’ a México pensando que algo le había pasado, y lo que sucedía es que además estaba muy joven, los medios de comunicación no eran tan grandes como ahora que la entrega del Oscar se ve en todo el mundo, sino que en aquella época la ceremonia del Oscar era local, en Hollywood. Lo que me querían decir es que querían verme en Hollywood porque íbamos a hacer presentaciones en todo el país (Estados Unidos) porque posiblemente la película estaría en la carrera del Oscar. Gary Cooper, Fred Zinnemann, la canción (de Dimitri Tiomkin) que se sacó el Oscar y yo hicimos el recorrido, y vinieron todas las nominaciones.
En esos momentos empecé a darme cuenta lo que era Hollywood, lo que era el Oscar, el Globo de Oro… para mí fue una cosa increíble porque fue la primera vez que me ‘homenajeaban’, nunca lo había vivido aquí en México, aunque el mismo año hice también la película El Bruto (Luis Buñuel) y me saqué todos los premios. Así que ese año (1952) hice dos de las películas más queridas de mi vida, una en Hollywood y otra aquí (en México) y las dos premiadas en todos los aspectos.”
El respeto a su familia
“Nunca hice a un lado ese muro que me puse, de no ver a los actores más que como amigos, como parte de mi vida, pero me había puesto votos de castidad por una ilusión, por una carrera. Me sentía fuera de mi país, sin mi religión, sin mis padres que respeté tanto… además, me sentía mal por haber tenido dos hijos a tan temprana edad y de haber fracasado en mi matrimonio. Todo eso valió mucho en mi vida porque hice grandes amigos, pero tuve un gran respeto de la gente, porque luché por mí misma, no hubo padrinos, no hubo amantes, todo lo que me han dado fue por mí.”
“Mis hijos se quedaban con mis padres que siempre fueron muy abiertos en cuestión de educación. Trabajé para mis hijos y para mis padres y aunque no creían en la carrera, me ayudaron en lo principal de mi vida que han sido mis hijos. Claro, les hacía una lista de todo lo que quería y hablaba dos veces por semana y los domingos ellos sabían que después de misa tenían que hablar conmigo; si estaba en lugares con horas de diferencia, hacía la cita entre semana. Mis hijos fueron el motor de mi vida, precisamente por eso, cuando mi hijo murió, me retiré totalmente de la pantalla, estuve 15 años de luto y no quise hacer nada, sólo Bajo el Volcán que John Huston casi me fue a sacar de mi casa; volví al cine mexicano hasta […] El Evangelio de las Maravillas (1998).”
Su candidatura al Oscar
En 1954, el extraordinario fotógrafo mexicano Gabriel Figueroa, y la bella Dolores Del Río, fueron llamados por la Twentieth Century Fox para participar en la superproducción Lo que la Tierra Hereda o La Lanza Rota (Broken Lance), la cual fue dirigida por Edward Dmytryk. Curiosamente, la oficina de migración norteamericana les negó la visa de entrada: extraoficialmente se supo que los consideraban ligados a gente de izquierda como Diego Rivera y Frida Kahlo. Figueroa, que había estudiado en Los Ángeles con Gregg Toland y que ya había fotografiado películas norteamericanas hechas en México, se negó por completo a trabajar en películas hechas en Estados Unidos (sería nominado al Oscar por La Noche de la Iguana, filmada en Puerto Vallarta, Jalisco). Por otro lado, gran parte de la carrera de Dolores Del Río la hizo en Hollywood desde 1925 en el cine mudo, así que consideró una arbitrariedad y una injusticia el hecho. Pero como ella no pudo actuar en Lo que la Tierra Hereda, la Fox llamó a Katy Jurado para que interpretara a la esposa india del patriarca, Spencer Tracy, en este drama del oeste donde dos hermanos del anterior matrimonio de su padre, pretenden quedarse con todos los bienes, despojando al hijo mestizo de sus derechos. Katy Jurado está sensacional como una fulgurante madre que le da réplica a Spencer Tracy y Richard Widmark. En el papel del hijo aparece Robert Wagner.
“Pensaban que yo estaba muy joven para el personaje, pero no me quise poner canas porque los indios no encanecen. Era un reto muy grande para mí, y cuando conocí al señor Spencer Tracy, me dijo: “¿Qué va a ser, mi esposa o mi nieta?” Le respondí: bueno, pues haga señales de humo para que le traigan a Dolores Del Río. Me fui con gran tristeza porque le tenía tanto respeto, pero después me dijo: “no, princess, no se la crea”. Él nunca me dijo “Katy” por el amor tan grande que le tenía a Katherine Hepburn, y me decía “princess” por el papel de princesa india que hacía en la película. Siempre fue muy tierno conmigo y como buen irlandés era muy católico; me cuidaba como si fuera una niñita.”
“Fue un orgullo que mi primera escena fuera un close-up que hice cuando estábamos en Arizona. Se tardaron dos días en ver los rushes y un día que estaba muy satisfecha de la escena que había hecho con mi hijo que era Robert Wagner y mis hijastros, Edward Dmytryk me dijo: “Fíjate que están preocupados en el estudio porque vieron el primer close-up y piensan que estás muy joven; a lo mejor te van a cambiar”. Le comenté: nada más diles en el estudio que les pido 24 horas para que vean las escenas que acabamos de hacer. No es lo mismo ver a la persona sin actuar y con la idea de que está muy joven… además, las indias también se casaban muy jóvenes, pero yo quería que vieran el conjunto, la totalidad al actuar con mis hijos. Esas 24 horas fueron lo más horrible del mundo. Me encerré en mi cuarto y esperé las noticias. Cuando Dmytryk, otro de los grandes directores, fue a verme y me dijo: “Oye, están enloquecidos con tus escenas, están felices”. El coraje que traía me hizo trabajar con más fuerza y me dio gusto ser la única nominada para el Oscar, y es que, como los toros bravos, me picaron y crecí.”
La película fue nominada a dos Oscar: Mejor Guión Original de Philip Yordan, que lo obtuvo, y Katy Jurado en Mejor Actriz Secundaria, que no ganó, porque esa estatuilla fue a parar nada menos que a Eva Marie Saint por Nido de Ratas / La Ley del Silencio (On the Waterfront, Elia Kazan, 1954), que dicho sea de paso, debió haber sido galardonada pero en la categoría de Mejor Actriz protagónica, pues ese es precisamente el rol que sustenta en este filme vencedor de la estatuilla dorada como Mejor Película y que le dio su primer Oscar de Mejor Actor a Marlon Brando. En la misma categoría competían, además de Jurado y de Saint, Nina Foch por La Torre de los Ambiciosos (Executive Suite, Robert Wise) y Jan Sterling y Claire Trevor por Débiles y Poderosos (The High and the Mighty, William A. Wellman). Katy sería la primera mexicana y actriz latina en ser nominada al máximo galardón de la Academia norteamericana.
Su matrimonio con Ernest Borgnine
Debido a que la actriz mexicana trabajó con muchísimas estrellas de Hollywood, hizo amistad con casi todas. Se cuentan además de Marlon Brando, a Frank Sinatra, Sammy Davis, Burt Lancaster, John Wayne, su paisano Anthony Quinn, Elvis Presley, con quien trabajó en el filme Stay Away Joe (1968), y de él dijo que “era un muchacho que nunca creció, pues en los momentos de descanso, jugaba en el set con sus pistolas de agua”. De Sinatra contó que él siempre fue muy atento, y hasta le mandaba su jet para que fuera a visitarlo a Estados Unidos, pero ella nunca aceptó.
Como su trabajo en Hollywood fue abundante, decidió radicar allí un tiempo. Y volvió a casarse, esta vez con Ernest Borgnine, con quien, según noticias que llegaban de parte de las agencias, vivió un romance tormentoso, debido a que ambos hacían gala de un carácter muy especial. Sin embargo, Katy fue mesurada y señaló en su momento que “fueron situaciones normales de toda pareja”, pero que conservó “buenos recuerdos” de cuando estuvo casada con él. Se casaron en Los Ángeles el 31 de diciembre de 1959, y “los primeros meses fueron de mucha felicidad”, pero el temperamento de ambos dificultó la relación y terminó en divorcio en 1964.
“De él guardo muy buenos recuerdos, sobre todo, antes de casarnos. Fuimos novios por más de tres años. Este tiempo lo considero de lo más hermoso y extraordinario en mi vida; lleno de amor, ternura y una completa comprensión. Después, cuando estábamos casados, hubo meses de mucha felicidad. Desgraciadamente, el carácter de Ernest es muy difícil. Esto le ha acarreado muchos problemas y disgustos, tanto en su carrera como en su vida privada. Lo peor de todo en él, es que no se da cuenta de lo que hace y dice en sus momentos difíciles, en que sólo actúa por impulsos irrefrenables. Después, cuando medita las cosas y las analiza plenamente, ya es demasiado tarde. Por otra parte, lo admiro por su arte histriónico. Creo que es uno de los actores de carácter más completos del mundo entero.”
Gran actor de carácter, Borgnine ganó el Oscar de Mejor Actor por su encarnación de un carnicero poco agraciado en busca del amor en Marty (Delbert Mann, 1955), ganadora del Oscar también a Mejor Película. Borgnine y Jurado compartirían créditos junto a Alan Ladd en el western de la MGM Los Malvados de Yuma o también conocido como Arizona, Prisión Federal (The Badlanders, Delmer Daves, 1958). Borgnine se refirió a su ex esposa como “hermosa, como un tigre”. Y ella mencionó en una entrevista “No me importó que no fuera tan galán como con los que había trabajado. Me habían seguido muchos guapos, incluso yo había tenido un pequeño romance con Tyrone Power, y aunque Ernest no era guapo ni nada, me siguió tres años, tuvo muchos detalles y eso fue lo que me animó a casarme, porque no quería fracasar como la primera vez. Él era muy atento con mis padres, venía a visitarme (a México), me compraba regalos, me llevaba a Europa; fue un hombre muy sencillo, lindo y espiritual y con mucha personalidad. Pensé que era tan bueno que podría ser un buen padre para mis hijos, además no iba a tener el acecho de tanta mujer, pero no se dio, precisamente por el amor tan grande que me tenía, le daban celos, eso convirtió el matrimonio en un infierno”. Al recordar con nostalgia muchos momentos de su vida, cuando filmaba películas en Francia y París, junto con Borgnine, llegaban a los mejores hoteles y tenían limousine a la puerta. “¡Me trataban como una reina!”
Sobre su amistad con Marlon Brando
Desde que Katy Jurado llegó a Hollywood, a principios de los cincuenta, conoció por medio de su representante en aquel país, Paul Konner (esposo de la también mexicana Lupita Tovar), a Marlon Brando; desde entonces se hicieron amigos. Resulta curioso, que el mismo año de 1954, tanto Marlon Brando como Katy Jurado hayan recibido sendas nominaciones al Premio de la Academia, aunque por cintas diferentes. Entre ambos siempre existió una bonita amistad que trascendió algunos años, lejos de los chismes de la farándula que aseguraron un romance entre ellos.
“Brando y yo fuimos muy amigos y estuvimos a un paso del romance. Claro, me propuso ser su novia, pero yo preferí conservar su amistad […] Con él hice la única película que dirigió y se llamó El Rostro Impenetrable. Hay muchas anécdotas de él como amigo porque lo conocí en México antes de irme a Hollywood. Él estaba haciendo Zapata y me dijo: “si algún día dirijo, voy a dirigirte a ti”, y lo hizo para su película, cuya filmación duró más de 10 meses con la mejor calidad como solía hacerlo y que se puede ver en El Padrino (1972).”
A mediados de 1958, Brando llamó a casa de Katy en Los Ángeles donde vivía con su marido, Ernest Borgnine. Escuetamente le dijo que había un personaje para ella en una película que él mismo iba a producir y protagonizar para la Paramount Pictures: El Rostro Impenetrable (One Eyed Jakes, 1961); el director era un joven talentoso: Stanley Kubrick, un cineasta que asombrómbó a crítica y público con sus primeras películas, especialmente Casta de Malditos (The Killing). Brando le preguntó a Katy de manera seria si estaba dispuesta a hacer una prueba con Kubrick. Ella respondió que sí, pero tendría que ser en pocos días porque ellos viajarían a México para ver a un grupo de jóvenes actrices mexicanas para el otro importante papel femenino. Katy no tuvo el menor problema en la prueba. Stanley Kubrick la dirigió y la aprobó como esposa de Karl Malden. En su viaje a la ciudad de México, Brando y Kubrick eligieron a Pina Pellicer para el personaje de la hija de Malden y Jurado.
La película comenzó a filmarse a fines de 1958 y principios de 1959. Kubrick dejó la cinta por diferencias irreconciliables con Brando, el cual asumió la dirección porque el mando ya lo tenía. La producción se suspendió dos meses, Pina Pellicer fue a México y filmó Macario, dirigida por Roberto Gavaldón. Al finalizar, se reintegró al rodaje de El Rostro Impenetrable, que alargó su proceso de filmación durante buena parte del año, incrementando el presupuesto de dos a cinco millones de dólares, por ese entonces una de las cintas más caras del momento. El filme tuvo excelentes críticas, fue elogiado en Europa, influyó a Sergio Leone para sus spaguetti westerns; sin embargo no fue el éxito que se esperaba en Estados Unidos. Brando quedó decepcionado de su trabajo y nunca más volvió a dirigir, mientras que con lo que ganó Katy Jurado en la película, se compró un rancho en California.
“Como queríamos ser siempre amigos, nos hicimos hermanos de sangre: con una navaja de rasurar nos cortamos la muñeca. Entonces los dos empezamos a sangrar y juntamos las muñecas; él siempre ha tenido predilección por los indios y sus costumbres, ésta era una de ellas. Luego, tanto él como yo, les llamamos a nuestros agentes y nos llevaron a cursar, a que nos dieran una puntada. Hasta la fecha nos seguimos hablando. Cuando voy a Los Ángeles, lo veo, pero nunca con publicidad porque las cosas personales hay que guardarlas en nuestro corazón”, comentó la actriz en una entrevista concedida en 1999.
Dirigida por Luis Buñuel, Sam Peckinpah, John Huston, Mario Vargas Llosa y Stephen Frears
“Como siempre lo he dicho, Luis Buñuel era la estrella de las películas. Considero que fue un genio, pero con él no quise volver a trabajar. Era una persona surrealista, no oía bien. No sabía con que ojo me veía porque ya ve que un ojo lo tenía medio raro. Cuando un actor estaba en plena escena, él cambiaba de ideas sin decir ‘corte’, sin importar que al actor le afectara que le hablara fuerte en pleno desdoblamiento, porque el actor es un humano que da lo mejor y que tiene mucha sensibilidad, no es un títere que se puede mover como pieza de ajedrez; somos personas que hemos vivido muchas vidas en el aspecto actoral.
Vi cosas de él antes de hacer El Bruto, como Un Perro Andaluz (1929), Los Olvidados (1950) y sí me daban ganas de trabajar con Buñuel. Cuando estaba en Hollywood, los productores de Nazarín (1959) querían que yo saliera, pero Luis Buñuel dijo que no podía hacer el papel que Rita Macedo interpreta en esa película y dijo: “Ella no puede hacerlo porque tiene demasiado sex appeal y en ese personaje no la quiero”. Siempre tuve ese pesar dentro de mí porque tenía muchas ganas de hacer esa película, pero ahora que la veo, me doy cuenta que Buñuel tenía razón porque en ese papel, por más que me hubieran puesto de la más fea, tengo una sensualidad en los ojos, en la boca…”
A inicios de los 70’s, Katy Jurado participa al lado de John Huston en la producción estadounidense filmada en Chiapas, Puente en la Selva (The Bridge in the Jungle), basada en la novela de Bruno Traven y dirigida por Pancho Kohner, hijo de Lupita Tovar, la actriz mexicana de Santa (1931) y de su ex representante Paul Kohner. En 1972, Sam Peckinpah reúne a Katy con otro nombre legendario del cine del oeste, el veterano Chill Willis en Pat Garrett y Billy the Kid, cinta filmada en México y donde alterna con James Coburn, Kris Kristofferson, Bob Dylan, Barry Sullivan, Jason Robards y Richard Jaeckel. Western crepuscular sobre figuras míticas del oeste atrapadas en el naturalismo violento de Peckinpah. Aunque su intervención es breve, a la actriz llorando por un hijo muerto se le enmarca el tema de Dylan “Tocando a las puertas del Cielo”, una de las grandes escenas del western de los 70’s.
En 1983, Katy es dirigida por John Huston y fotografiada por Gabriel Figueroa en la adaptación de la novela de Michael Lowry, Bajo el Volcán (Under the Volcano), protagonizada por Albert Finney y Jacqueline Bisset. Ella es la regenteadora de un burdel, mostrándose agresiva y plantona. Como siempre, luce radiante.
En Pantaleón y las Visitadoras (1976), Mario Vargas Llosa adapta y dirige junto a José María Gutiérrez su novela homónima, la cual es protagonizada en esta primera versión por José Sacristán, Pancho Córdova y Martha Figueroa, en la cual Katy es “Chuchupe”, la patrona de un burdel de prostitutas invitadas a dar servicio a las tropas peruanas en combate.
En 1998, el cineasta inglés Stephen Frears filmó una película del oeste en Méxixo y expresó a los productores su interés en contar con Katy Jurado en The Hi-Lo Country, estelarizada por Billy Crudup, Woody Harrelson, Cole Hauser, Sam Elliot, Patricia Arquette y donde salía una Penélope Cruz que iniciaba su carrera en el cine extranjero. A pesar de no haber un papel para Katy en la cinta, Frears escribió una escena en la que la actriz aparece como adivinadora de la suerte. Katy estuvo tres días en una locación situada entre la frontera de México y Estados Unidos, durante un breve paréntesis que hizo en el rodaje de la coproducción franco-hispana-mexicana El Evangelio de las Maravillas, de Arturo Ripstein, donde la emparejó con el veterano actor español Francisco Rabal, el protagonista del Nazarín, de Buñuel. The Hi-Lo Country fue producida por Martin Scorsese, y nominada al Oso de Oro en el Festival Internacional de Cine de Berlín, reportándole el Oso de Plata a Frears como Mejor Director. “El cineasta inglés Stephen Frears me llamó como amuleto de buena suerte para él en el primer western que hacía. Era un papel pequeño, una actuación especial muy bien pagada, en la que me trataron de maravilla porque se ha quedado la idea que he hecho varios clásicos del western. Cuando entraba al set, todos me trataban como a una estrella, fueron muy lindos, muy lindos, y el señor Stephen Frears me trató con mucho amor y cariño.” Esta fue la penúltima cinta en que Katy Jurado participó, despidiéndose definitivamente tras protagonizar Un Secreto de Esperanza (Leopoldo Laborde, 2002), en la que dio cobijo a Imanol Landeta y Anna de la Reguera. Moriría el 5 de Julio de 2002 a los 78 años en su casa de Cuernavaca, Morelos. No vivió para ver como Salma Hayek le precedió al ser nominada para un Oscar en el 2003.
Grandes Reconocimientos
Katy Jurado, primera actriz mexcicana ganadora del Globo de Oro y nominada al Oscar, tiene una estrella en el paseo de la Fama en Hollywood, y fue galardonada con 4 premios Ariel otorgados por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas: ganó por Coactuación Femenina en 1954 por El Bruto (Luis Buñuel), Mejor Actriz en 1974 por Fe, Esperanza y Caridad (episodio Caridad, de Jorge Fons), nominación a Mejor Actriz en 1982 por La Seducción (Arturo Ripstein, 1980), Ariel de Oro especial en homenaje a su trayectoria internacional en 1997, y el Ariel a Mejor Coactuación Femenina por El Evangelio de las Maravillas, en 1999.
En agosto de 1992, Katy Jurado viajó a Estados Unidos para recibir la Bota de Oro, como un reconocimiento por su participación en 15 westerns. Culminaba así el trabajo de muchos años en el cine hollywoodense esta estrella mexicana de grandes ojos, tan grandes como platos y de una boca carnosa y sensual como pocas. Más de 200 premios obtenidos alrededor del mundo, dos obras de teatro en Broadway, dos telenovelas de gran éxito en México, y 67 películas, configuran la trayectoria de esta mexicana que, si estuviera viva, hoy estaría cumpliendo los 87 años de edad.
Fuente de entrevistas: Revista SOMOS, Julio de 1999.
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