Miel (2013)

Irene (Jasmine Trinca) es una joven que recibe el apodo de ‘Miel’. Se lo ha ganado a pulso porque tiene un corazón enorme y siempre está dispuesta a ayudar a los demás, a escuchar sus problemas y buscarles una solución. Intenta aliviar el sufrimiento de desconocidos tomando, incluso, decisiones que le afectan a ella personal y drásticamente. Hasta que un día se cruza en su camino Carlo Grimaldi (Carlo Cecchi), un hombre que trastocará su vida de la noche a la mañana y le haré replantearse muchas de sus decisiones.

Calificación: 6,608.

Tráiler de la Película – VOSE

Ficha:

Título Original: Miele.
Directora: Valeria Golino.
Guionistas: Valeria Golino, Francesca Marciano, Valia Santella.
Intérpretes: Jasmine Trinca, Carlo Cecchi, Libero De Rienzo, Vinicio Marchioni, Iaia Forte, Valeria Bilello, Roberto De Francesco, Barbara Ronchi, Massimiliano Iacolucci, Claudio Guain, Elena Callegari, Teresa Acerbis, Jacopo Crovella, Gianluca Di Gennaro, Caterina Fornaciai.
Productores: Viola Prestieri, Riccardo Scamarcio.
Fotografía: Gergely Pohárnok.
Música:
Montaje: Giogiò Franchini.
Dirección Artística: Paola Cortés.
Diseño de Vestuario: Maria Rita Barbera, Elmer Figueroa.
Países: Italia, Francia.
Lugares de Rodaje: Tijuana (México); Roma (Italia); Turquía.
Fechas de Rodaje: De Marzo de 2012 a Mayo 2012.
Año: 2013.
Duración: 96 minutos.
Edad: No recomendada para menores de 12 años.
Género: Drama.
Estreno: 11-04-2014.
Distribuidora: Good Films, S. L.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España.
Espectadores: 0.
Recaudación: 0 €.

Crítica:

12-04-2014 – JOSU EGUREN

Vivir contra la vida

Buscando el nexo de unión entre “Miel” y “La habitación del hijo”, de Nanni Moretti, éste aparece al forzar un primer cruce de identidades en el que destaca el nombre propio de Jasmine Trinca, actriz que en cierta forma significa un resumen de intenciones que deviene en redescubrimiento de las genealogías de un nuevo cine italiano aquí extrañamente conectado con propuestas tan radicales como “Alps”, del griego Giorgos Lanthimos. Tras la cámara, Valeria Golino tutea a su personaje en un territorio íntimo en el que se discute sobre la muerte, la eutanasia y el miedo a la vida, temas de compleja digestión dentro del contexto de una ópera prima en la que las miradas a cámara representan un reto a la complicidad del público.

Puestas las cartas sobre la mesa, la libre adaptación de la novela ‘A nome tuo’, de Mauro Covacich, desemboca en una trama en la que los diálogos cara a cara entre Jasmine Trinca y Carlo Cecchi (ambos extraordinarios) bordean lo discursivo, sin dejarse arrastrar hacia el terreno del porno emocional y las psicoterapias buenrollistas. Existen decenas de oportunidades, todas ellas relacionadas con una liturgia eutanásica que pone a prueba el temperamento y los modos de su directora, siempre a refugio en los primeros planos al rostro de una protagonista que aguanta el tipo cuando la narración empieza a dar síntomas de haber agotado los efectos del shock que produce su punto de partida (el misterio de una ceremonia funeraria tras una puerta translúcida).

Para fortuna del espectador, Golino se olvida de manipular la fórmula de “Intocable” poniendo en marcha un mecanismo de reconstrucción psicológica que tiene su origen en la intersección de dos trayectorias vitales antagónicas: la de un hombre que quiere morir después de haber conocido el placer y sus horrores, y la de una mujer que vive contra la vida.