Hoy nos vamos a los orígenes de un autor que hemos leído recientemente. Como tiene que ser, ocurre en muchas ocasiones que la lectura y disfrute de una novela reciente de un autor determinado nos lleva a investigar sobre su vida y su obra y lo que es más importante, a comprar otras novelas suyas.
Hace no mucho en este blog escribía sobre una novela de Walter Mosley y sobre la excelente impresión que tanto la obra como el autor tuvieron sobre mí. Leídas varias biografías suyas en Internet descubro que es autor prolífico, padre de varias series de novela negra, cada una de ellas con un personaje protagonista diferente. Descubro también que los críticos destacan la serie de Easy Rawlins en particular y pensando que hay en fraguas una lectura concatenada apasionante, empiezo, como tiene que ser, por el primer volumen de la misma.
En “El demonio en vestido azul” (creo que así se ha traducido al español) descubrimos los orígenes de nuestro personaje, un ciudadano americano de raza negra emigrado de Houston a Los Ángeles donde es obrero en una factoría de aviones militares. Despedido injustamente por su supervisor, la necesidad de pagar la hipoteca de su casa le hace aceptar un encargo de un personaje de dudosa reputación en la ciudad: encontrar a una mujer. Las tribulaciones en las que se ve inmerso durante la búsqueda le hacen darse cuenta de que tiene buenas dotes como investigador y en vista de su situación laboral se plantea convertirse en investigador privado. Aquí nace el personaje que de su pasado militar hereda templanza y capacidad de supervivencia, fundamentales en una profesión donde la tensión y violencia aparecen con mucha frecuencia.
Mosley nos lleva a la ciudad de Los Ángeles de los años 50. Nos descubre sobre todo los bajos fondos de la ciudad, con clubs de jazz privados y otros antros de alto nivel de peligrosidad. Como ya vimos en la otra novela que comentamos, All I Did Was Shoot My Man, el racismo y la crítica del mismo son también constantes en la obra y en el tiempo en el que transcurre esta novela, negros, mexicanos y chinos coexisten como pueden con la comunidad blanca dominante y ciertamente intolerante.
La acción es rápida, a veces trepidante y la trama es creíble y bastante cinematográfica. De hecho, la película se ha llevado al cine y del personaje de Easy se ocupa ni más ni menos que Denzel Washington. No he visto la película pero, si ha sabido respetar la obra original, seguro que merece la pena.
Y la mención culinaria de hoy se centra en una cena que se celebra en un restaurante chino popular y en la que uno de los personajes pide unos huevos Foo Yung, una popular tortilla china que incluye verduras, marisco o carne y sobre la que se suele verter una salsa a base de soja. Una delicia china ya muy presente en los Estados Unidos de los años 50.