Mitos de la alimentacion saludable

Comer de manera saludable siempre ha sido una preocupación que comparten un gran número de personas. Y notar que cada vez más individuos toman la decisión de darle un giro de 360 grados a sus hábitos para mejorar su calidad de vida es, sin duda algo que nos llena de gran satisfacción.

Sin embargo, a veces la voluntad para cambiar no basta para lograr los resultados, hay que ser inteligentes e informarse adecuadamente. En este artículo, primero discutiremos sobre un personaje que siempre tiene el papel antagónico cuando se habla de la buena alimentación, la comida rápida, para después centrarnos en el motor que nos ayuda a llevar una buena dieta que esté llena de nutrientes y energía, los hábitos.

LA COMIDA RAPIDA

A la comida rápida se le considera el elemento más icónico de la mala alimentación, debido al pobre contenido nutricional, los altos índices de grasas saturadas y los carbohidratos difíciles de procesar por el cuerpo, además del elevado grado de sales que contiene. Pero lo cierto es que evitar por completo las hamburguesas, la pizza y las papas fritas no son una garantía de tener una dieta sana, ni de la posibilidad de bajar de peso. A parte de que existen otro tipo de hábitos como el sedentarismo que propician el desarrollo de la obesidad.

Y de la misma forma que la comida rápida puede no subirte de peso (con la estrategia adecuada claro), una ensalada puede en realidad hacerle daño a tu salud si no está balanceada.

¿COMES SALUDABLE?

Comer saludablemente no significa olvidar por completo el azúcar y las grasas, después de todo son elementos indispensables que nuestro organismo necesita. Lo importante es tener una dieta balanceada donde obtengamos todos los nutrientes que en conjunto logren hacer funcionar nuestro organismo adecuadamente, a la vez que conseguimos la energía para disfrutar cada momento.

Algunas recomendaciones para tener mejores hábitos alimenticios son:

• Primeramente reducir el consumo de alimentos con mucha grasa y azúcar. Se pueden permitir de vez en cuando, pero es dañino recurrir a ellos frecuentemente, por lo que debes procurar siempre tener una buena alternativa a la hora de almorzar. Inmediatamente piensa en frutas, verduras, o frutos secos.

• Se recomienda tener cinco comidas al día, en promedio sería comer cada 3 o 4 horas, eso mantendrá tu metabolismo en su punto óptimo. Ten en cuenta que las comidas más copiosas siempre deben ser el desayuno, la comida y la cena. Las otras dos son el famoso “REFRIGERIO”. Que para nada significan un daño a tu salud.

• Toma agua. A veces la supuesta sensación de “hambre” en realidad es una señal de que nuestro cuerpo se está deshidratando. No te esperes a estar sediento para tomarte un buen vaso de agua.

• Concéntrate plenamente en tus comidas. Compártelas y disfrútalas, mastica despacio.

Si sientes que te cuesta mucho trabajo dar el paso para mejorar tu vida, no solo frente a la mesa, sino en todos los demás aspectos, entonces queremos hablarte sobre el Health Coaching. ¿Haz escuchado hablar de él? El objetivo principal del Health Coaching es brindar bienestar a las personas en cada uno de los ámbitos en que se desarrollan, ya sea mental, físico, emocional o social, también el aspecto espiritual.

Un Health Coach o Coach de Salud Integral es un profesional que busca ayudarte a forjar buenos hábitos para mejorar tu vida. Sugiriéndote, motivándote y escuchándote, te da las armas que necesitas para hacerle frente a un nuevo estilo de vida. No a base de una confianza artificial, sino con una determinación que no proviene de otro que no seas tú mismo.

Es crucial no confundir el Health Coaching con un programa de nutrición, con valor médico o terapéutico. Lo que el Health Coach hará es ayudarte a lograr tus metas, promoviendo el cambio en tu comportamiento habitual.

Agradecemos a MIGUEL KEVIN SOTO AVILA por su colaboración en este artículo.