No lo puedo remediar: me encanta probar platos de otros países y culturas. Reconozco que no soy nada caprichosa. Son muy fácil en esto del comer y me pueden invitar a todas las casas y todos los lugares, pues me adapto a lo que me sirvan y me flipa conocer otros platos típicos.
En cuanto vi en una revista esta receta, no lo dudé, arranqué la página (gracias Mª Jesús Gil de Antuñano, una referencia para mi) y la guardé para hacerla.
Es una receta muy, muy fácil y a mi me encanta el sabor de la almendra, así que, me puse a ello con este resultado tan rico y pintón.
Para 4 personas:
- 500 mL de leche de almendras (o se soja, también vale)
- 2 cucharadas soperas de azúcar (50 g)
- 30 g de harina de maíz o maizena
- 100 mL de nata líquida
- 3 cucharadas de agua de azahar
- frutos secos y frutos liofilizados (arándanos, pasas...)
- menta fresca
Se incorpora a la leche caliente la maizena disuelta y se remueve con varillas o cuchara de madera hasta que la crema espese (como si estuvierais haciendo natillas).
Se añade la nata líquida y se remueve unos instante hasta que quede una crema lisa.
Se vierte en boles y se enfría en la nevera.
Se sirve acompañado de los frutos secos picados, los liofilizados espolvoreados y con una hojita de menta.