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La fresa es una fruta que contiene muchísimas propiedades y beneficios para nuestra salud.
Son ricas en potasio, vitamina C y fibra. Comer fresas apenas aporta calorías a nuestro organismo, además son antioxidantes y estimulan la memoria a largo plazo. Además es un alimento de calorías negativas ya que apenas aportan unas 35 calorías cada 100 gramos.
Según la American Dietetic Association, una persona adulta debe consumir un promedio de 20 a 35 gramos de fibra diarios. Una porción de fresas contiene aproximadamente 3 gramos de fibra dietética que ayuda a conseguir las cantidades diarias recomendadas. Tal y como afirman varios estudios epidemiológicos, las personas que consumen mayor cantidad de fibra tienen menores posibilidades de padecer enfermedades cardiovasculares y de hipertensión.
Por otra parte, el potasio es un nutriente esencial que alivia las contracciones musculares y ayuda a mantener la presión sanguínea dentro de los límites saludables. Una ración de ocho fresas contiene aproximadamente 210 miligramos de potasio.
Igualmente, la vitamina C es un potente antioxidante, presente en los cítricos, las fresas, las uvas y diversos alimentos más. Una porción de ocho fresas aporta 84 miligramos de vitamina C, o lo que es lo mismo, el 93% de la cantidad diaria orientativa.
Es curioso, ya que una naranja, la proveedora de vitamina C por excelencia, aporta 74 miligramos, 10 menos que una pequeña ración de fresas. De las fresas también conviene destacar su contenido en ácido cítrico, que actúa a modo de desinfectante y alcalinizadora de la orina, a la vez que potencia la acción de la vitamina C.
Las fresas son, a su vez, una gran fuente de agua y contienen calcio, hierro e hidratos de carbono (en muy pequeñas cantidades). De igual manera, la cantidad de proteínas y grasas en las fresas es casi inexistente, lo que las convierte en una buena opción si nuestro objetivo es perder peso.
Aparte de contener todos los nutrientes y vitaminas que ya hemos mencionado, las fresas también tienen propiedades laxantes, de manera que ayudan a un correcto tránsito intestinal, además de ser depurativas y ayudar en la limpieza del organismo.
Por último, es necesario matizar que estos no son los únicos beneficios que aportan las fresas, dado que, según una reciente investigación en la Universidad Estatal de Ohio, la ingesta habitual de fresas previene el cáncer de esófago.
Por otro lado, investigadores americanos del Instituto Salk de Biología han logrado determinar que un flavonoide presente en las fresas, conocido como fisteina, estimula la memoria a largo plazo.
No obstante, es conveniente saber que la fresa es una fruta con altas probabilidades de producir alergias debido a su alto contenido en ácido salicílico, que actúa como antiinflamatorio y anticoagulante.