Omar Jayam fue un matemático, astrónomo y poeta persa que vivió entre el 1048 y el 1131. Libertino, sibarita, ácido, místico y profeta, estudió Matemáticas y Astronomía, reformó el calendario musulmán, y cultivó el Derecho y las Ciencias Naturales. Entre su obra poética, destaca un corpus llamado Rubaiyat, formado por series de 4 versos escritas en farsi. En su poesía, Jayam canta a la vida, insta a disfrutar de sus placeres, y nos ha dejado algunos de los mas preciosos versos dedicados al vino que he leído nunca.
"¿Por qué vendes tu vino, mercader?
¿Qué pueden darte a cambio de tu vino?
¿Dinero...? ¿Y qué puede darte el dinero?
¿Poder...? ¿Pues no eres dueño del mundo cuando tienes en tus manos una copa?
¿Riqueza...? ¿Hay alguien más rico que tú, que en tu copa tienes oro, rubíes, perlas y sueños?
¿Amor...? ¿No sientes arder la sangre en tus venas cuando la copa besa tus labios?".
"¡Vino! ¡Vino en torrentes! ¡Que explote en mis venas!
¡Que bulla en mis sienes!
Cálices...Silencio...Nada es verdad...
Cálices... ¡Pronto!...Envejecí mucho..."
"Escucho decir que los amantes del vino serán condenados
No existen verdades comprobadas, pero hay mentiras evidentes
Si quienes aman el vino y el amor van al Infierno,
vacío tiene que estar el Paraíso".
"El calor del vino te liberará
de las nieves del pasado y de las brumas del porvenir;
al inundarte de luz,
romperá tus obscuras cadenas de galeote"
"¡Bebe vino! Lograrás la vida eterna.
El vino es el único capaz de restituirte la juventud.
¡Divina estación de las rosas, del vino y de los buenos amigos!
¡Goza del instante fugitivo de tu vida!".
"Los retóricos y los sabios silenciosos murieron sin poder entender
sobre las cuestiones del ser y el no ser. ¿Qué nos importa ser ignorantes?
Sigamos saboreando el zumo del racimo
y dejemos a estos grandes personajes consolarse con las pasas".
"De la Felicidad sólo conocemos la palabra.
Nuestro compañero más viejo es el vino nuevo.
Acaricia con los ojos y con los dedos el único bien que no falla:
el ánfora viva de sangre de la vid".
"Vino. Único consuelo para mi corazón que sufre.
Vino perfumado con almizcle, vino de color de rosa
Escancia vino para apagar las llamas de mi tristeza.
Vino y tu laúd de cuerdas de seda, ¡Oh mi adorada!."
Dejo para el final, los versos que más me ha gustado.
"En el borde de todos los cálices colmados de vino,
triunfa cincelada una secreta verdad que debemos saborear".
"Puesto que ignoras lo que te reserva el mañana, esfuérzate por ser feliz hoy.
Coge un cántaro de vino, siéntate a la luz de la luna y bebe pensando en que mañana quizá la luna te busque en vano".