La operación bikini se me fue al garete. Así de fácil ha sido dejarse ir. Todo por culpa de estas Palmeritas de dos chocolates, que me han hecho pecar. Bueno, siendo sincera, yo nunca hago dietas, porque no las cumplo nunca, pero sí que me propuse contenerme un poco para el verano. Sin embargo, como veis, no ha servido para nada.
Técnicamente, no es culpa mía y quizás puedo atribuírsela a mis amigos de la red Facilísimo, que esta semana han iniciado el reto postres con chocolate. Y claro, pensando en nuevas recetas, pensando en novedosas creaciones, pues al final se cae.
La idea surgió porque tenía hojaldre comprado para aburrir y trasteando en el blog, en mis viejas recetas y demás, (cosa que NOos recomiendo que hagáis, porque menudas fotitos y menudas presentaciones, aunque toda buena bloguera ha tenido su pasado), recordé que hacía mil años que no preparaba palmeritas y me dije: «¿y si las hago de chocolate? ¿Y SI LAS HAGO DE DOS CHOCOLATES?». En fin, me vine arriba.
INGREDIENTES:
- 1 huevo.
- 1 paquete de masa de hojaldre.
- Chocolate blanco.
- Chocolate con leche.
Primero. Extendemos con cuidado y por completo la masa de hojaldre. El kit de la cuestión es enrollar un lado de los extremos hasta la mitad de la masa y luego el otro extremo. Una vez enrollado por completo, partimos en tantos trozos como queramos. A veces, la masa no se enrolla bien, los extremos no se quedan fijados, etc.; en estos casos, podemos incluso aplastar un poco la masa, haciendo la forma de las palmeritas, para que se quede perfecta.
Segundo. Colocamos los trozos encima de la bandeja del horno y batimos el huevo con el que pintaremos las palmeritas para que cojan una tonalidad apropiada. Luego las metemos en el horno a 180º tanto por arriba como por abajo. El tiempo es lo de siempre, depende de cada horno, así que estad atentos.
Tercero. Una vez hechas las palmeritas, dejamos que se enfríen y pasamos a fundir primero el chocolate con leche. Yo siempre lo hago en el modo de descongelar del microondas, porque manchas menos y es más fácil cuando se trata de este tipo de recetas.
Cuarto. Una vez frías, cogemos las palmeritas y las vamos introduciendo en el chocolate con leche de una en una y tan solo por un extremo. Dejamos que se sequen y si es necesario, las ayudaremos metiéndolas en la nevera. Después, fundimos el chocolate blanco, las bañamos por el otro extremo y volvemos a dejar que se enfríen.
Finalmente, este es el resultado, ¿qué os parece? La verdad es que están deliciosas y no duraron nada, tan solo una merienda con café para tres. A mi me encanta tomar chocolate con el café, porque la combinación entre lo amargo y lo dulce es perfecta.
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Texto e Imágenes: PROPIAS