El otro día os mostraba por facebook la miga de un pan que me había gustado muchísimo. Hoy, comparto ya la receta, después de haberla repetido varias veces. Veredicto de los peques: "Mamá, es el mejor pan que has hecho, ¡parece esponja!". Claro que ésta es sólo su opinión, aunque se comieran un bocadillo cada uno a bocado limpio y solo (y sólo uno es celíaco). Es menos subjetivo decir que es un pan con una miga fabulosa, tierno, rico y súper esponjoso, el más esponjoso que he hecho hasta el momento, por eso es perfecto para los más peques y les encanta. Su textura me ha hecho repetirlo en varios formatos, pero como panecillo para la hamburguesa o perritos queda ideal.
Vamos con la receta:
Ingredientes:
300g agua
35g aceite de oliva
180g harina panificable Proceli
50g harina de trigo sarraceno
1/2 tb psyllium (como una cucharadita de postre, unos 5g)
2-3g de sal
200 g prefermento + 3g levadura fresca
Si no tenemos prefermento, poner 10g levadura fresca ó 4g seca
Elaboración:
1) Si utilizamos amasadora, thermomix o panificadora, añadir los líquidos primero: agua + aceite + levadura fresca (si es seca ponerla junto con la harina). (Si lo hacéis en un bol de manera manual, primero los ingredientes secos y en el centro echáis los líquidos).
2) Añadir harinas + psyllium + prefermento. Amasar.
3) Tras un minuto de amasado añadir la sal.
4) Se pueden formar recién acabados, utilizando una cuchara, porque la masa es muy pegajosa. Después se deja levar mínimo hasta que doble su volumen (una hora o poco más).
Lo que yo aconsejo es que después de amasar metamos la masa en un bol tapado con film a la nevera, y nos olvidemos de ella 24-48 horas (si son 48, mejor). El levado lento mejora mucho aroma, sabor y textura final del pan. Pasado este tiempo formar pan , con ayuda de una cuchara, y pincelar con aceite, con leche, o con huevo, y dejar que atemperen unas dos horas.
5) Precalentar el horno a 210º, encendido abajo y ventilador. Se puede colocar en la base del horno una bandejita metálica sola o con piedra volcánica dentro, sobre la que echaremos medio vaso de agua para que emita vapor al principio del horneado. No es un paso imprescindible, pero favorece el resultado final.
6) Mientras tanto volver a pincelar los panecillos, esta vez con más cuidado.
7) Hornear a 210º durante 15 minutos. Luego bajar la temperatura a 190º durante 15-20 minutos más. Sabréis que el pan está echo si al golpearlo por abajo suena a hueco.
8) Dejar enfriar sobre una rejilla y...listo para comer...o congelar.
NOTA: El psyllium es 100% cáscara molida de plantago ovata. Aporta fibra a las masas y les proporciona elasticidad y esponjosidad. Como siempre, deben asegurarnos ausencia de trazas por contaminación cruzada.
¡Espero que os guste este pan tanto como a mis hijos! Creo que va a ser una larga temporada el pan de cabecera de casa.