Hace años que he publicado este pan hojaldrado,
y lo sigo preparando de vez en cuando porque aparte de su bonito aspecto, es un pan fantástico.
Con corteza dorada y crujiente, miga densa y un delicioso sabor al aceite de oliva,
creo que no se le puede pedir mucho más a un pan ;-)
Para elaborar esta receta, es necesario preparar un prefermento con unas cuantas horas de antelación.
Lo idóneo es prepararlo el día anterior y dejar en reposo toda la noche en el frigorífico,
ya que de este modo, el pan gana en aroma y sabor.
*Se puede hacer sólamente con harina de fuerza blanca si no se quiere añadir harina integral.
*Se puede untar con mantequilla en vez de aceite y quedará algo más hojaldrado,
pero con aceite de oliva siempre será más saludable.
- 50 g. de harina de fuerza
- 30 ml. de agua
- 1 g. de levadura seca de panadería
- 30 ml. de aceite de oliva virgen extra
- Mezclar la levadura con el agua un poco templada y añadir a la harina.
- Amasar y formar una pequeña bola.
- Dejar en un recipiente tapada con papel film hasta que doble su volumen.
- Una vez que haya levado, meter en el frigorífico hasta el día siguiente.
- Sacar el prefermento del frigorífico, echar en un bol junto con el agua templada y desmenuzar la bolita de masa.
- Añadir el aceite de oliva.
- Incorporar los dos tipos de harina y la levadura.
- Mezclar todos los ingredientes y añadir la sal (es importante añadir la sal al final, para que no entre en contacto directo con la levadura)
- Amasar la mezcla hasta lograr una textura suave y elástica.
- Dejar levar tapada hasta que duplique su volumen.
- Una vez que haya levado, cortar en dos porciones del mismo tamaño.
- Estirar cada una de las partes formando un rectángulo de 25 x 15 cm. aprox.
- Pincelar con una brocha con un poco de aceite de oliva
- Plegar la masa como si fueran los dobleces del hojaldre: los dos extremos de la masa hacia el centro y pincelar de nuevo con aceite.
- Plegar por la mitad la masa formando cuatro capas, como si fuera un libro.
- Girar la masa 90º y estirar de nuevo formando un rectángulo de unos 20 x 10 cm.
- Pincelar de nuevo con un poco de aceite.
- Enrollar apretando un poco para que las capas queden bien pegadas y no se abra demasiado la masa al cocer.
- Sellar la costura resultante y dejar ésta en la parte de abajo del pan (tener cuidado no sellar los bordes para que las puntas del pan adquieran ese bonito aspecto).
- Hacer un corte profundo, de unos 3 cm. en el centro de la masa, dejando unos 2 cm. sin cortar en los extremos.
- Dejar levar tapado hasta que doble su volumen.
- Cuando hayan levado, pincelar de nuevo con aceite de oliva
- Meter en horno precalentado a 200º y hornear unos 30 minutos o hasta ver que ya están dorados. Es conveniente hornear con vapor los primeros 15 minutos para lograr una corteza bien dorada y crujiente.
- Cuando se vea que están bien dorados, y al golpearlos en la base suene a hueco, sacar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla.