Encontré ésta receta hace tiempo, en unos fascículos de cocina que entraron en algún periódico y que nunca llegué a encuadernar, además no los tengo todos, se quedarían perdidos en el trastero, entre las revistas viejas que es donde estaban los pobres un poco olvidados.
Siempre me hace ilusión encontrar recetas perdidas como ésta, originales y que te llaman la atención, vas a la cocina a ver los ingredientes que te faltan para poder hacerla y ponerte manos a la obra, aquí os la dejo para que la disfrutéis tanto como nosotros.
INGREDIENTES1/2 Kg. de repollo1 diente de ajo
sal180 gr. de carne picada de ternera3 huevos1/4 litro de leche2 cucharadas de harina3 cucharadas de aceite2 cucharadas de vino blanco
salsa de tomate casera
Picamos el repollo muy fino y lo ponemos a cocer en agua hirviendo con sal hasta que esté tierno, se escurre muy bien y reservamos.
En una sartén con dos cucharadas de aceite rehogamos la carne picada con el diente de ajo picado, cuando casi esté hecha añadimos el vino blanco, dejamos reducir y que se termine de hacer la carne.
Hacemos una bechamel con la cucharada de aceite, la harina y la leche. Cuando la tengamos hecha la mezclamos con la carne picada, el repollo y las tres yemas. Las claras las montamos a punto de nieve y también las añadimos con cuidado a la mezcla anterior.
Engrasamos un molde y añadimos la mezcla y lo metemos al horno precalentado a 180º al baño María, mas o menos 50 minutos, o hasta que al pinchar con una palo de brocheta salga limpio. Dejamos reposar en el molde hasta que esté templado, desmoldamos y acompañamos de salsa de tomate casera.