(Dirigida por Dorian Fernández – Perú 2010)
Alguien limpia la celda
de la tortura
que no quede la sangre
ni la amargura
alguien pone en los muros
el nombre de ella
ya no cabe en la noche
ninguna estrella
alguien quiso ser justo
no tuvo suerte
es difícil la lucha
contra la muerte
(Alguien - Mario Benedetti)
Charlie Charlie (Joel Huamán) es un guachimán que trabaja en el edificio más alto que se levanta sobre la ciudad de Iquitos, en la Selva Peruana. Es extraño este edificio porque según cuentan fue construido para ser un gran hotel, sin embargo lo dejaron a medio hacer. El último piso guarda un gran misterio porque es habitado por un fantasma (Duller Vásquez). Este fantasma es de carne y hueso, tiene unos 80 años, le gusta dibujar, su mirada refleja una gran tristeza, lleva unos lentes gruesos con lunas de botella, camina por el último piso como dueño de ese pedazo de concreto. Al fantasma le gusta dibujar a una mujer.
Esta mujer es la que Charlie Charlie dice que la apodan la poeta (Gladys Vásquez) en la ciudad. Es una mujer que siempre quiso ser poeta pero termino de sudor en sudor de cama en cama. Ella sufre porque no encontró el amor, porque fue el manjar de los hombres, porque los años pasan y el tiempo te lo refriega en todo tu cuerpo y alma. La poeta llora y recita poemas de desamor.
El fantasma dibuja a la poeta de memoria, ahí la voz de Charlie Charlie, quien es el narrador de toda la película, nos dice que el fantasma se enamoro una vez en la vida de una mujer equivocada. Ya nos imaginamos de quién. También nos enteramos que el fantasma fue un arquitecto al que acusaron de que su construcción se iba a caer y que él había enloquecido, ambas afirmaciones siendo mentiras. Cuando Charlie Charlie nos cuenta esta parte de la vida del fantasma, la cámara lo enfoca al fantasma leyendo unos recortes periodísticos de cuando era el famoso arquitecto de Iquitos. Charlie Charlie nos sorprende porque dice que el fantasma ha tomado una decisión para su vida, ya no quiere sufrir más. Charlie Charlie empieza a subir las dieciséis escaleras que le separan del último piso, presiente que el fantasma esta vez si ha perdido la cordura. A lo lejos en la plaza, la poeta contempla el edificio y al fantasma con sus manos apoyadas en el concreto. Un final inesperado-esperado esta por ocurrir.
Narrada por Charlie Charlie, la película “El último piso” nos habla de nuestros miedos, del tiempo, de la muerte, del amor y de todas esas cosas que debemos afrontar día a día. La película parece una sucesión de poemas, Charlie Charlie nos cuenta como poetizando su historia, la del fantasma y la poeta. Sin duda, seguimos viendo cine peruano tanto en Lima como en provincias con directores inspirados que quieren contarnos historias, que les gusta lo que hacen, que son jóvenes y con un gran futuro por delante. Y que además se preocupan también por la fotografía, por los colores, las tomas de arriba hacia abajo, las tomas de abajo hacia arriba y finalmente la música.http://observandocineperuano.blogspot.com/feeds/posts/default