Piruletas de salmón y queso al eneldo para celebrar el cumpleaños de Neus
Si, habéis leído bien. Hoy es el cumpleaños de Neus. Quien siga este blog con regularidad, sabe de Neus si o si, de modo que no necesita presentación. Pero, para quien haya aterrizado en el por casualidad, diré que es una de las personas más entrañables del panorama bloguero español y a quien tengo la grandísima suerte de contar entre mis amigas. Con tres blogs en su haber, Cocinando con Neus, Neus cocinando con Thermomix y Pienso...luego cocino, es también una de las bloggers más prolíficas que conozco.
Los varios encuentros celebrados entre bloggers gastronómicos, Barcelona, Zaragoza, Madrid, etc. han sido los responsables de que mi acercamiento a Neus se haya ido haciendo cada día más fuerte y profundo. Y lo que empezara como un simple conocimiento entre blogs, ha desembocado en una sincera amistad que, confío, durará muchos años.
Querida Neus, hoy mi entrada va por ti. Como cumpleañera del día que eres, aquí te dejo mi regalo en forma de piruletas de salmón y queso al eneldo. Un bocado sencillo, fácil, refrescante y rápido de preparar. Una elaboración de esas que tanto te gustan, de las que tu blog está repleto y a las que yo llamo "de esfuerzo mínimo y lucimiento máximo".
Todas tuyas, amiga. Espero que las disfrutes...aunque sólo sea visualmente.
¡Feliz cumpleaños!
Necesitamos
- 1 paquete de tortillas de trigo mejicanas
- 500 grs de salmón ahumado o marinado
- 1 tarrina de queso crema
- Eneldo fresco, cantidad al gusto
Además
- Papel film transparente
- Brochetas de madera
Preparación
Comenzamos dando forma a las tortillas de trigo para que sean cuadradas. No hace falta que queden perfectas, sólo necesitamos cortar los lados curvos y hacerlos rectos. Si tenemos pan polar a mano, podemos utilizarlo y evitarnos este paso, ya que su forma es cuadrada o rectangular.
Batimos el queso crema para que resulte más untuoso y lo mezclamos con eneldo picado. La cantidad a utilizar va en gustos. Que os gusta mucho el sabor a eneldo, pues le ponéis más. Que no os gusta tanto, pues le ponéis menos. Que no os gusta en absoluto, pues prescindís de el o utilizáis otra hierba, eso si, bien picadita.
Extendemos una capa fina del queso crema con el eneldo sobre la tortilla de trigo, dejando un par de centímetros del borde superior (el más alejado de nosotros) sin untar. Cubrimos esta capa con otra de salmón ahumado loncheado, con cuidado de no pasarnos para que no quede demasiado gruesa y basta. Enrollamos la tortilla, desde el lado más cercano a nosotros hasta el más lejano (el que queda sin cubrir), hasta obtener un rollito.
Repetimos la operación tantas veces como tortillas tengamos. Envolvemos cada uno de los rollitos en papel film transparente y apretamos los sobrantes de los lados para compactar bien. Dejamos reposar los rollitos en la nevera, así nos resultará mucho más fácil cortarlos sin que se deformen. Podemos, incluso, meterlos en el congelador y dejar que endurezcan sin que se lleguen a congelar.
Cuando llegue el momento de servirlos, los sacamos del frío, retiramos los envoltorios y los cortamos en discos (desechando los extremos) con ayuda de un cuchillo bien afilado. Pinchamos cada disco en una brocheta de madera y los servimos dentro de una maceta, un florero o cualquier otro recipiente que tengamos a mano, relleno de sal gorda, para que se sujeten bien.
Y hasta aquí mi sugerencia de hoy y mi regalo virtual de cumpleaños para Neus, que no es el único ya que en este pequeño homenaje están también involucradas otras amigas blogueras, Beatriz de Sin salir de mi cocina, Paula de Con las zarpas en la masa y Yolanda de Cocido de sopa, cuyas propuestas estoy deseando ver. Pinchando en sus nombres iremos directas a ellas. ¿Me acompañáis?