Aunque en enero he estado más tranquila, en febrero llega el omnipresente San Valentín y en todas partes nos volvemos locos con tartas, galletas y corazoncitos de todo tipo.
Otros años no he podido preparar nada pero esta vez tuve un día inspirador y tengo en la manga una tar-ta-za de la que os vais a chupar los dedos... peeeeeero esa será dentro de unos pocos días.
Hoy para ir abriendo boca nos toca una pequeña fiesta chocolatera, pensada especialmente para los más peques de la casa.
Se trata de preparar con nuestros niños unas divertidas piruletas de chocolate, porque podremos dejarles meter mano tranquilamente y como son artesanas da igual que no nos queden muy perfectas. Vosotros dejadles que disfruten un poco en la cocina y de paso que se pringuen totalmente, que eso es lo que más les divierte de todo.
Ingredientes
- Para hacer las piruletas necesitaréis conseguir los palitos. Si no los encontráis en alguna tienda cercana, siempre podéis recurrir a internet.
- Chocolate Nestlé Postres. En este caso y especialmente si es para niños, mejor que sea con leche y no negro.
- Relleno: al gusto, puede ser de lacasitos, bolas de azúcar, frutas deshidratadas, cereales y todo lo que se os ocurra.
- Para hacer los cuencos de chocolate, necesitaréis el mismo chocolate y además unos globos, de los gruesos (tienen que ser resistentes).
Elaboración
Pues más sencillo no puede ser. Empezad derritiendo el chocolate, al microondas o al baño María, lo que os resulte mejor.
Si lo hacéis al microondas, con mucho cuidado de que no se queme, vigilando y removiendo constantemente.
Al baño María cuidado con el agua caliente, que no toque el chocolate.
Cuando tengáis el chocolate derretido lo colocáis en una jarra de las de leche, que tenga pico.
Tenéis que dejarlo que se temple durante un rato, unos 5 minutos, solamente templar, no queremos que se enfríe.
Colocamos en la encimera un papel de horno, sujeto con algún vaso para que no se mueva.
Con ayuda de la jarra y muy despacio vamos echando sobre el papel el chocolate con un chorro y cortamos en seco. Es decir, que vertemos un poco y dejamos que se expanda en forma de círculo él solo. Inmediatamente colocamos el palito de la pirueta y lo giramos un poco sobre sí mismo en la encimera, para que se quede bien cubierto del chocolate.
Ahora ya podemos colocar en la piruleta el acompañamiento que queramos, bien distribuido.
Hacemos todas las que queramos y las dejaremos enfriar totalmente.
Si podemos colocarlas en una bandeja y meterlas en la nevera en poco rato ya estarán totalmente frías y se podrán retirar del papel.
Pero si no hay prisa las dejáis que se enfríen solas. ¡Y listas! Durarán un suspiro en casa.
Otra idea es realizar los cuencos de chocolate para luego poder rellenarlos con un poco de fruta cortada, unas fresas, unos frutos secos, uvas etc...
Se trata de dar una presentación original a un postre y para realizarlo, ponemos el chocolate derretido en una fuente redonda y ancha.
Necesitamos unos globos, que sean gruesos y resistentes, lavados y bien secos.
Inflamos un poco cada globo, lo justo para que tenga la forma redondeada pequeña.
Preparamos un papel de horno sobre la encimera y "remojamos" el globo en el chocolate. Lo hacemos dos o tres veces, manteniendo el globo luego encima de la fuente para que escurra el chocolate que caiga.
Después los vamos colocando sobre el papel de horno y también los dejaremos enfriar totalmente, para que se solidifiquen.
Cuando estén listos, si vemos que el globo está muy pegado al chocolate, solamente hay que explotarlo para poder quitarlo y dejar un magnífico cuenco de chocolate.
Divertido ¿eh?
Pues a disfrutar.
Dime que es Viernes: gastroblog.