Hace unos días tuvimos en casa unos invitados especiales. Unos amigos de mi hijo mayor que son como de la familia. Como se que a los jovencitos les gustan tanto estas cenas informales, preparé 3 pizzas recién hechas y un ligero picoteo como acompañamiento. Hoy comparto esta pizza carbonara, en breve publicaré las otras. Espero que os guste.
INGREDIENTES:
Para la masa:
1/2 vaso de cerveza (125 ml. )
1 cucharilla de miel ( de las de café )
70 grs. de harina de fuerza ( para el poolish )
1 sobre de levadura seca de panadero
1/2 vaso de agua ( 125 ml. )
310 grs. de harina de fuerza
Una pizca de sal
Para el relleno:
Tomate natural triturado (en conserva)
Mozzarela rallada
Orégano
70 grs. de virutas de setas*
80 grs. de cebolla en brunoise
200 ml. de nata
8 lonchas de beicon
* Las virutas de setas, las venden en Mercadona. En la verdulería tienen unas bandejas con setas de cardo y champiñones, todo cortadito en virutas. Son también geniales para un revuelto.
PREPARACIÓN:
En primer lugar tienes que preparar el poolish de la masa. Para ello pon en un bol la cerveza con la miel, los 70 grs. de harina y el sobre de levadura. Remuevelo con una cuchara de madera. Tapa el bol con film y dejalo reposar 1 hora y media.
Pasado este tiempo, incorpora al poolish el agua con la pizca de sal, amasa un poco y ve incorporando el resto de la harina. Cuando se acabe la harina amasa unos diez minutos más, sobre el banco de trabajo, espolvoreado con harina. Haz una bola con la masa y dejala reposar en un bol tapado durante 1 hora más. Sacala, aplastala un poco, para quitarle el aire, enrollala sobre si misma y dejala reposar de nuevo durante otra hora. Ya la tienes lista!!!
Ahora extiendela sobre una bandeja de pizza engrasada ligeramente ( o en su defecto sobre un papel sulfurizado ). Hazle unos bordes alrededor para que el relleno no se derrame durante la cocción. Echa unas 4 cucharadas de tomate, no hace falta mucha cantidad, se trata solo de pintar la masa. Reparte por encima la cebolla, después las setas y el beicon cortado en tiras. Riegalo con la nata y reparte la mozzarella rallada (yo soy generosa).Por último espolvorea con un poco de orégano.
Introducela en el horno a máxima temperatura, 270º, calor arriba y abajo, media altura. Cuando la base de la masa esté crujiente, ya puedes retirarla. No la pierdas de vista para que no se queme el queso.
A degustarla!!! Calentita, calentita, recién salida del horno. Es toda una delicia!!!!