Dejamos atrás el invierno, los días cortos y fríos que invitan a pasar la mayor parte de nuestro tiempo libre en casa calentitos y tumbados en el sofá, las comidas potentes con abundantes grasas saturadas que nos ayudan a reponer el calor perdido durante la jornada laboral. Y sin darnos cuenta llegamos al buen tiempo con algún que otro kilo de más. Cómo es posible que ganemos peso tan fácilmente y en cambio nos cueste tanto perderlo.
La teoría nos dice que vigilando un poco nuestra alimentación y practicando ejercicio físico, esos kilos de más deberían desaparecer pero en la práctica no siempre es así. Está claro que estamos cometiendo algún error.En primer lugar tenemos que tener en cuenta que bajar de peso no es cuestión de dos días y ni siquiera es recomendable. Si sometemos a nuestro organismo a una dieta muy restrictiva, éste va a reaccionar provocando el efecto contrario y nos será mucho más difícil perder peso e incluso puede ocurrir el efecto rebote. Conseguiremos eliminar masa corporal en lugar de grasa que es lo que realmente perseguimos. Otro de los errores que podemos cometer es eliminar algún nutriente de nuestra dieta - dietas restrictivas - con esto, lo único que vamos a conseguir es un anormal funcionamiento de nuestro organismo .
Saltarse alguna comida también es algo muy habitual. Esto nunca se puede hacer, muy al contrario, cuando queremos bajar de peso podemos incluso incrementar el número de comidas que hacemos habitualmente - de tres a cuatro o a cinco comidas al día - para procurar no llegar a ninguna comida muertos de hambre. A veces en lugar de saltarnos comidas comemos sólo un tipo de alimento en alguna de ellas: "yo sólo ceno fruta" Si cenamos fruta estaremos tomando un exceso de frutosa, un polisacárido de absorción rápida que si no se consume y nos vamos a descansar, se acumulará en el organismo en forma de grasa.Aunque nos parezca extraño, el aceite de oliva nos puede ayudar a perder peso además de producir sensación de saciedad y tener un efecto laxante. El alcohol es un enemigo a la hora de bajar de peso, por no hablar de todo el picoteo que lo acompaña, porque además de las calorías vacías que nos aporta, el alcohol incrementa de forma alarmante el apetito. Por el contrario, mantener una correcta hidratación es esencial, por lo que debemos tomar agua en abundancia.
A la hora de realizar ejercicio debemos olvidarnos de tantos abdominales y realizar más ejercicios aeróbicos o cardiovasculaes, como caminar, nadar, practicar ciclismo... Queman más grasa y de manera mucho más eficaz.Resumiendo, si queremos bajar de peso de forma saludable, una alimentación equilibrada huyendo de dietas milagro y productos engañosos acompañada de ejercicio físico siempre es la mejor opción.
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