Sin duda alguna, para el que escribe estas lineas (lector y coleccionista de comics desde su tierna infancia) la confirmación del director(D.J.Caruso) que va a llevar a la gran pantalla uno de los mejores y más brutales comics que se han escrito, es una de las peores noticias que podía recibir.
Y diré más, no sólo es una desastrosa noticia para los amantes del noveno arte, sino que además de eso, es la prueba irrefutable de que en la meca del cine no tienen respeto a nada ni a nadie, ni tienen en cuenta ninguna opinión que no vaya acompañada de una buena cifra, seguida de unos cuantos suculentos ceros.
Ya sé que diciendo ésto no estoy ni mucho menos descubriendo la sopa de ajo, pero creo que como fan de “Predicador” que soy es justo que a parte de daros esta noticia también os de mi humilde opinión, en este caso me permito la licencia de dejar de lado, por un momento(que no sirva de precedente) la objetividad y deciros lo que realmente he sentido al descubrir en las manos que ha caído este proyecto, que nunca debería salir de su hábitat natural; las viñetas.
Son tantos y tan poderosos los motivos que me llevan a ser tan pesimista que prefiero no desvelarlos por si mi desazón pudiera ser contagiosa, y por supuesto, no pretendo que tal cosa suceda, porque seguramente a los que no conozcáis el cómic puede que os resulte interesante este proyecto, y si es así no quiero que por mis desalentadoras palabras caigáis en el mismo estado de congoja en el que yo me encuentro, así que antes de nada os pido disculpas. Dicho ésto, os explicaré más o menos de que va este cómic, muy por encima.
“Predicador” es una gozada de novela gráfica con tintes de Western, terror y road-movie creada por Garth Ennis y Steve Dillon en 1995, y que nos relatá la historia de Génesis; un poderoso ser nacido del apareamiento entre un ángel y un demonio. Génesis se apodera del cuerpo de Jesse Custer, un extravagante predicador de un pequeño pueblo llamado Annville. Tal posesión dotará a Custer del asombroso poder de “La palabra de Dios”, que le permitirá dominar a su antoja la voluntad de las personas.Tales poderes le servirán al predicador para iniciar un viaje por un mundo apocalíptico, con el propósito de encontrar, ni más ni menos, que al mismísimo Dios, que por motivos “desconocidos” se encuentra desaparecido. Jesse Custer no hará el viaje solo, le acompañarán en su odisea Tulip; una voluptuosa rubia con la que mantiene una extraña relación de amor/odio y que es experta en el manejo de todo tipo de armas. Y Cassidy, un vampiro irlandés aficionado a la bebida que se convertirá en el mejor apoyo de Custer, el predicador.
Pero la busqueda de Dios no resultará un camino nada fácil,(como es de suponer) pues estará plagado de poderosos enemigos que intentarán de todas las formas posibles que Custer fracase en su misión.
Seguro que los que no conozcáis el cómic pensaréis que es una historia la mar de interesante y digna de ser llevada a la gran pantalla, y en eso os doy la razón, pues “Predicador” es una verdadera gozada y es toda una joya del noveno arte. Pero ahora viene lo “malo”,que no es otra cosa que la opinión del tiquismiquis de Harry Powell:
No es que un servidor solamente esté en contra del director elegido para realizar tan ardua tarea (Caruso es un realizador sin personalidad y que hasta ahora no ha demostrado talento alguno, y a su sosa filmografía me remito), sino que además de eso (que ya es un motivo más que poderoso) creo que “Predicador” nunca debería ser llevado al cine. Y podría estar horas y horas enumerando los motivos del por qué nunca en el jamás de los jamases debería llevarse a cabo tal proyecto, pero si me permitís, me ahorraré el exaltado sermón de “comikero/friki” enfurruñado y tan sólo os diré una razón por la cual este film ya me parece un fracaso, incluso antes de que empiece a ser rodado. Allá va:
No hay ahora mismo un director(ni por supuesto una productora) en la tierra que tenga los santos cojones (disculpad mi desenfreno y perdonadme por ser soez) de ofrecernos un “Predicador” que haga justicia, como se merece a la obra original. Pues es imposible que la violencia tan brutal, “macarra” , simpática y políticamente incorrecta que atesora el cómic sea trasladada a una película sin herir sensibilidades. Y amigos míos, hasta que este mundo repleto de hipócritas de moral impoluta que están siempre al acecho de aquello que según sus leyes es inaceptable, y este mundillo gobernado por lumbreras con muchos “principios” pero sin finales no deje de esconderse tras ese velo de amable falsedad y “santas” intenciones, será del todo imposible que “Predicador” sea llevado a la gran pantalla sin que pierda por el camino esas virtudes que le dan toda la personalidad a esta Obra Maestra del noveno arte. Y la misma fórmula es aplicable (en mayor o menor medida) a obras como “Lobo” , “Conan”( sí, si he dicho Conan) o “Judge Dredd”, por nombrar las más conocidas y que además también podremos ver próximamente en las salas de cine.
Todo este rollo al que os he sometido que en un principio tenía que ser sólo una noticia, se puede resumir en una sola frase: Hay cosas que es mejor dejarlas como están.