Revista Cocina

Proyecto Envínate, vinos atlánticos en Ribeira Sacra y Canarias

Por Elblogdelosvinos @blogdelosvinos

Gracias a Cuvée 3000, que los distribuye en Barcelona, el pasado lunes 2 de Diciembre pudimos asistir a la presentación de los vinos del proyecto Envínate. Son 4 chicos jóvenes, Laura Ramos, José Martínez, Roberto Santana y Alfonso Torrent, que coincidieron en el 2005 estudiando enología en la Universidad Miguel Hernández de Alicante. Compartían una misma visión del vino, una misma filosofía de elaboración, con lo que enseguida se hicieron amigos y, en 2008, compraron su primera parcela en la Ribera Sacra, de donde procedía Alfonso. Después han ido encontrando viñas en Canarias, de donde procede Roberto (bueno, en Tenerife, para que no se lo tomen a mal…), y últimamente en Extremadura, siempre con un mismo objetivo de autenticidad y precisión en unos vinos de diversas regiones y variedades.

Los cuatro componentes de Envínate: Laura, Jose, Roberto y Alfonso.

Los cuatro componentes de Envínate: Laura, Jose, Roberto y Alfonso.

Son jóvenes…pero tienen las ideas muy claras, no quieren etiquetas, no se apuntan a ninguna moda. Saben lo que quieren hacer, y cómo, y es en lo que ponen su empeño.

 Buscan la máxima expresión de cada parcela, de sus diferencias con las parcelas vecinas, las peculiaridades climáticas de la añada. Como ellos dicen, si no lo hicieran así, estarían haciendo Coca Cola en lugar de vino. Quieren vinos con alma, que emocionen, que transporten al beberlos al lugar donde nacieron. A la pregunta de si elaboran vinos naturales la respuesta es muy a la “gallega”: depende…quieren decir que, si natural consiste en intervenir lo mínimo en los procesos, cuidando la tierra y comprometiéndose con ella, entonces sí son naturales. Pero si natural es un vino NO, como diría nuestro admirado Joan Gomez Pallarés, entonces no, porque todos sus vinos sí incorporan sulfuroso, aunque mínimo (entre 30 y 37 mg/l, según el vino del que se trate), para garantizar la calidad con el transporte (estos vinos nacen en zonas muy alejadas, así que sí, necesitan ser transportados con un mínimo de garantías).

Utilizan levaduras autóctonas, “pasan” de productos químicos que le den al vino una sabor a fruta, a vainilla, muy destacado, sí pero muy uniformador. No enfrían durante el proceso de fermentación, salvo la uva al principio de todo para ayudar a mantener el frescor, sino que dejan hacer a la naturaleza. Vinifican con el raspón, que aporta frescura a los vinos pero no se impone al terroir.

Sí que se rigen por el calendario biodinámico para los trabajos en la viña, y utilizan sus preparados, pero repito, no quieren etiquetas, no se suman a una moda, sino que aplican una filosofía y una forma de hacer, la suya, de manera consecuente.

 Ah ! y un detalle que nos encantó: vendimian comiendo uva, visitando las parcelas para encontrar el punto exacto de maduración que quieren en las bayas, para hacer el vino que quieren.

 La única incógnita? como ellos mismos dicen, no conocen el potencial de envejecimiento de sus vinos, no saben qué pasará con ellos dentro de 10 años, no tienen la experiencia suficiente. Pero de momento, merece la pena disfrutar de sus vinos !

Comencemos por el principio, la Ribera Sacra:

Lousas Viña de Aldea 2012

Lousas Vino de Aldea 2012

Lousas es el significado gallego de “pizarra”, y el nombre del vino hace referencia al vino de pueblo. Utilizan uva de dos parcelas, sobre todo Mencía, pero usan todas las que encuentran en la parcela, hacen esto en todos sus vinos. Incluso, algunas variedades que no son capaces de identificar (y que, como explicaba Roberto, añaden a espaldas de los de la DO). Procede de viñedos de más de 60 años, a unos 400-600 metros sobre el nivel del mar, con orientación sur. Hacen una viticultura racional, sin utilizar productos químicos de síntesis, ni herbicidas. Trabajan el suelo mediante laboreo manual, y manteniendo la cubierta vegetal autóctona, que lucha con las cepas por los recursos y mantiene la producción sana, pero a bajo nivel.

Vinificado en pequeños cubos abiertos, con un 40% del raspón y el resto despalillado, realizó la fermentación alcohólica con levaduras autóctonas, durante 18 días, en los cuales se realizaron suaves bazuqueos (agitar el vino para que todo él entre en contacto con las levaduras y las madres) con las manos. Posteriormente, se trasladó a barricas de roble de 300-400 litros, de 3er año, donde realizó la fermentación maloláctica de manera espontánea. Tras ella, permaneció 11 meses en las barricas, en contacto con sus lías, sin realizar trasiego ni adición de sulfuroso. Se embotelló sin filtrar ni estabilizar, con un 13% de alcohol. Es un vino atlántico, varietal, expresivo de la mencía, mucha fruta muy intensa, y algunos recuerdos florales. Un buen vino para iniciarse en el proyecto. Pero hay más…

Lousas Parcela Seoane 2012

 

Lousas Parcela Seoane 2012

Un 95% de Mencía, y un 5% de otras variedades, como la Merenzao, la Alicante Bouschet (Garnacha Tintorera), …y otras indeterminadas. Los suelos siguen siendo de pizarra, aunque en esta parcela las viñas son más viejas, de unos 80 años de media, a una altitud de unos 400 metros sobre el nivel del mar, y con orientación sudoeste. Los procesos de viticultura y vinificación son los mismos, aunque utilizando un 100% del raspón, respeto a la tierra, mínima intervención en el proceso y 11 meses reposando con las lías en barricas de roble francés. El resultado es un vino muy fresco, atlántico, muy directo. Comenta Alfonso que es un vino muy hecho ya en la parcela, de donde la uva sale en el punto que ellos desean. Sólo 650 botellas, se acabarán pronto, a qué esperas?

Lousas Parcela Camiño Novo 2012

 

Lousas Camino Novo 2012

Llamado así en honor de un paisano que, nada más terminar el camino nuevo a su parcela (Camiño Novo), murió. 90% de Mencía, 10% de Alicante Bouschet, y alguna variedad blanca. Proceden de viñedos de unos 70 años, a una altitud de 430 metros, con exposición sudeste. Mismo proceso de viticultura y vinificación (es su filosofía y forma de hacr, porqué la habrían de cambiar?), para conseguir el que ellos definen como su vino más atlántico, con más personalidad, y a la vez, el más hermético, al que más le cuesta abrirse para demostrar todo lo que vale, enseñar sus intensos aromas a fruta, que se notan también en la boca, con un punto de salinidad, mineral, del terruño. Un gran vino, el que más nos gustó de la cata…y eso que todos eran excelentes.

Cambiamos de tercio, nos vamos a la isla de Tenerife, a un paisaje que el investigador histórico Santiago Yanes, presente en la cata, definió como “El Priorat tinerfeño”, la zona de Anaga, en el nordeste de la isla, un nombre que significaba algo así como “camino entre montañas”, una zona muy deprimida, donde los genoveses plantaron viña en el siglo XVI. Santiago dijo que era el Jurásico de los viñedos, con variedades que se creían extinguidas y desaparecidas hace tiempo. Todos los trabajos de la viña se hacen de forma manual, y las viñas se dejan crecer en libertad, levantándose después a través de horquetas una vez que han brotado las bayas. Son viñedos situados a unos 100-150 metros sobre el mar, sobre suelos volcánicos de tosca roja, que aportan a los vinos un característico toque especiado. Todo cepas de pie franco, no olvidemos que la filoxera no llegó hasta las Islas. Aquí elaboran dos vinos:

Táganan Parcela Margalagua 2012

Taganan Parcela Margalagua 2012

El nombre quiere decir Madre del Agua. Un vino tinto de vidueño (conjunto de distintas variedades mezcladas en una viña, en proporciones desconocidas), de variedades autóctonas como Negramol, Listán Negro, Moscatel Negro, Listán Gacho y Vijariego Negro, entre otras. Un tinto muy ligero y agradable, con un punto ácido muy fresco, un punto salado y mucha personalidad. Lo definen como atlántico, nosotros le añadiríamos el segundo apellido, canario, une al mar el beneficioso clima y la escasa pluviometría para añadirle aún más personalidad al vino.

Táganan Parcela Amogoje 2012

 

Taganan Parcela Amogoje 2012

El nombre procede del roque que domina este singular viñedo. Vino blanco de vidueño, de variedades autóctonas como Listán Blanco, Malvasía, Marmajuelo, Albillo, Gual y Forastera, entre otras. Un blanco muy sorprendente, fresco, muy buena acidez (3,2 de ph), mineral, salino y muy expresivo, un descubrimiento que nos encantó y que fue un buen broche para la cata.

En definitiva, un gran proyecto, cuatro jóvenes con ideas muy claras y una visión de por dónde quieren ir, que por el momento comparten con otros trabajos (Roberto es enólogo en Suertes del Marqués, que saldrá en otro post), y que merece la pena seguir y apoyar, por todo lo que pueden aportar al futuro del mundo del vino en España. Os apuntamos a nuestra lista de gente con potencial, que va creciendo mucho últimamente !!


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