Pura Brasa (Bilbao)

Colón de Larreátegui, 13

48001 Bilbao, Vizcaya

Teléfono: 94 600 07 94

El atractivo del local y la original carta hicieron que me quedara con ganas de volver, la primera vez fuimos para aguardarnos del horripilante frío y tomarnos un vinito. Quería degustar algo de lo que ofrecían. ¿Y qué mejor ocasión que con mi queridísima y guapérrima Naroa? Se vino a pasar este finde a Gernika y al volver el domingo a Vitoria, pasamos por Bilbao (una vida en mil viajes) y nos quedamos a cenar en Pura Brasa. Un gran acierto. Indudablemente.

Pura Brasa es un lugar moderno, que fue abierto hace poco. El ambiente es agradable y acogedor en el cual predomina la madera (casi siempre triunfa) y las columnas rojas. El decorado muy cuco, con lámparas originales.

Nos atendieron rápido aunque había bastante gente. Para beber pedimos, Naroa una Coca-Cola y yo una caña.

Los platos, o por lo menos los que probamos, destacaban por su originalidad y combinación adecuada de sabores. La carne en su punto, hecha con mucho mimo y capaz de sorprender los paladares más exigentes (en mi opinión). No puedes ir a Pura Brasa y no probar la carne, el mismo nombre lo sugiere.

De las comidas que desfilaron por las mesas de al lado, nos llamó la atención y sorprendió la presentación de los platos. Claramente requieren otra visita. Desde luego que nos dejó boquiabiertas. No pudimos resistirnos a no pedir un plato que llevase carne. Nos apeteció Magret de pato acompañado de compota de frambuesa. Sonaba bien, supo mejor. Estaba en su punto, acompañado de patatas asadas y mermelada. El sabor, una pasada.

No teníamos mucha hambre y no queríamos pedir muchas cosas, pero fue imposible. Demasiada indecisión y mucho para elegir. Finalmente pedimos también pan con tomate. Estaba perfecto en todos los sentidos: textura (el pan blando por dentro y con una capa crujiente y además caliente, qué puntazo!) y sabor (tomate, AOVE y la cantidad idónea de sal). De nuevo, me he convencido de que menos es más. Desayunaría esto todos los días, qué manjar de Dioses! Muy, muy recomendable.

Probamos también unos pintxos de la barra. Uno de pulpo con patatas, extraordinario; y otro de berenjena y chorizo sobre pan untado en tomate. Os dejo unas fotos de los pintxos que ofrecían en la barra. Pintaza sí que tenían, desde luego. Los que probamos nosotras, nos encantaron.

Cabe destacar el postre. 4 bombas de chocolate. Hojaldre recién salido del horno relleno de chocolate con nata, azúcar glas y sirope de chocolate de decoración. Hacía mucho que no probaba algo tan rico. Se derretía en la boca… Un orgasmo, dicho de manera sutil.

La cocina no estaba cerrada, separado del comedor, como es habitual, sino que era parte del comedor y aún así no había olor a humo. Me gustó que la cocina estuviese a la vista de los clientes, eso me dió, digamos “buen rollo”.

El precio, la calidad y la cantidad de lo que pedimos nos pareció totalmente adecuado. Nos salió por unos 25€. Salimos llenas y muy contentas con la elección. Además, nos atendió una chica majísima.