Era un purrete (esta palabra es en honor a Omar) todavía, no sabía nada de la vida y me la cruce una noche...
Rubia preciosa, con una cabellera digna de una foto de peluquería que caía despreocupadamente por un costado de su cuerpo, siempre dispuesta para acompañarme en un buen momento, aún con amigos y siendo ella la única entre nosotros. Siempre brillante y llenando de burbujas la noche, así logró enamorarme.
Nuestra relación duro años, perdí la cuenta. Era pensar que estábamos hechos el uno para el otro y que viviríamos juntos por siempre. Pero cierto día recibí un golpe letal. Amanecí un sábado con mi hígado en mis manos y solo la había visto un rato nada más. Deje pasar este altercado y continué nuestra relación pero cada vez era mas frecuente el malestar que producía nuestra relación, ella no acusaba recibo de mis quejas y era como si no importara.
Un amigo me dijo "ojo que seguro te esta dando algo en la bebida, alcoholes superiores quizás" y por más que me dolió en extremo, la dejé.
Si señores, me puse sentimental, deben ser las fiestas que a uno le pegan para el recuerdo, pero tengan en cuenta luego de leer esta nota que NO todo tiempo pasado fue mejor.
Sabrán darse cuenta que no estoy hablando de una señorita sino se nuestra cerveza de bandera, la cerveza Quilmes Cristal.
Siguiendo con los refranes, "no todo lo que brilla es oro", la fábrica que Don Otto Bemberg abrió a finales del siglo XIX en la Ciudad de Quilmes hace años que no produce una bebida que me guste y si hay algo que podemos destacar de esta marca son sus comerciales. Igualmente si Otto se hubiera instalado en Ingeniero Maschwitz, calculo que hoy por hoy estarían produciendo la misma cerveza. Esto también nos lleva al rumor de que la empresa estaría trasladándose completamente a la planta de Zarate, vaciando la vieja y querida maltería de Quilmes y por eso hicieron última peculiar publicidad.
(Nota del Editor: Este rumor estuvo circulando por distintos medios digitales y cadenas de mails, ya fue desmentido por Quilmes, ver nota.)
Comenzando con la prueba, como verán en las fotos la lata la saqué del freezer BIEN helada, la serví y genera una espuma que perdura bastante tiempo mientras la cerveza esta "fría". Es de color dorado pálido y bien transparente. El gasificado es justo.
El aroma es entre ácido, alimonado y dulce. En boca no hay mucho para destacar, es refrescante y apaga el calor de estos días, pero de sentir algún gusto peculiar más allá de la acidez y el dulzor que estaban presentes en el aroma, no hay nada más.
Ahora bien, para completar correctamente esta nota, tome un porrón de Quilmes, lo saqué de la heladera y deje tomar casi temperatura ambiente.
La acidez es bastante mucho más notable tanto en el aroma como en el sabor. Es intomable esta cerveza si esta fuera de temperatura adecuada que sería, como mucho, 5 grados.
No calificarla como intomable porque como decía arriba, si esta fría no hay problema. me gustaría poder darle medio escalón más entre intomable y regular pero la voy a dejar en regular.
Quilmes Cristal:
Eso si, los efectos secundarios en mi son terribles y en base a mi historia con Quilmes quise hacer esta nota como despedida para no tomarla NUNCA más.
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