Este sábado, el planeta fútbol volverá sus ojos hacia el Santiago Bernabéu, donde se juega el que, a la vista del palmarés de ambos equipos y de la calidad de sus actuales plantillas, es el clásico más importante del fútbol mundial. Un clásico, además, con marcado sabor mundialista. Y es que todas las estrellas que tomarán parte en él están llamadas a brillar también en Sudáfrica.
Jugando a adivinos, podemos especular con los onces titulares que ambos equipos presentarán este sábado en Madrid, analizar su proyección internacional e incluso establecer comparaciones.
Portería: Empate técnico
Casillas Vs. Valdés. El meta del Real Madrid se consagró como mejor portero del mundo en la pasada Eurocopa. Iker arrebató esa condición (oficiosa) a Gianluigi Buffon, el meta de la Juventus y de la selección de Italia, vigente campeona del mundo.
Indiscutible en el Madrid y con España, Casillas no parece ver amenazada su titularidad ni por Pepe Reina ni por Diego López. Pero son cada vez más las voces que piden un sitio para Víctor Valdés en la selección. El meta azulgrana ha sido clave en los recientes éxitos del Barcelona. Pocos saben valorar sus evidentes méritos en una máquina de ataque como el Barça, pero ahí están, por ejemplo, sus excelentes actuaciones en las finales de Champions de 2006 y 2009 o en los dos últimos clásicos del Camp Nou.
Defensa: Victoria culé
Clara victoria azulgrana, con una línea tipo formada por cuatro titulares indiscutibles en el próximo Mundial: Dani Alves (Brasil), Puyol y Piqué (España) y Abidal (Francia). Sus oponentes serían Sergio Ramos (un futbolista que rinde más como central, pero que se empeña en jugar de lateral porque sabe que así aumentan sus opciones de ser titular con España en Sudáfrica), Albiol (suplente con la selección), Garay (que tampoco es titular con Argentina) y Marcelo o Arbeloa. El primero tiene muy crudo ir al Mundial con Brasil y el segundo lo tiene seguro con Del Bosque, aunque, salvo imprevistos, jugará poco.
Centro del campo: Los jugones son intocables
La batalla será algo más que un Xavi Vs. Xabi. Se trata de dos jugadores tan distintos que resulta imposible compararlos. El azulgrana lleva clara ventaja tanto en fama como en la carrera para ser titular en el Mundial, pero el madridista está mostrando en los últimos partidos lo que puede dar de sí en un equipo, el Madrid, que es un canto al desequilibrio. Si tiene algo, es gracias a Xabi.
Además de a Xavi, el Barça tiene a Iniesta, y ahí sí que no hay comparación posible. En el Madrid nadie puede darle réplica, aunque juegue a medio gas y las lesiones estén acentuando su irregularidad. Sólo Van der Vaart, que se ha ganado a base de testarudez su billete mundialista con Holanda, ofrece algo de creatividad en la medular madridista. Sí, está Kaká, pero es probable que no juegue y que, si lo hace, el crack brasileño carezca del ritmo necesario a causa de sus repetidas y misteriosas lesiones. Seguro que en el Mundial vemos a un Kaká muy distinto del que se ha paseado esta temporada (literalmente) por La Castellana.
En el medio también habrá guerra física. Por el Barça, el músculo lo pone Seydou Keita, que se perderá la cita de Sudáfrica a causa de la crisis de identidad de Mali. Lo mismo que le ocurrirá al madridista Mahamadou Diarra, que debería ceder la plaza de lugarteniente de Xabi a Fernando Gago. Otro proscrito que, al igual que Van der Vaart, se ha convertido en un fijo para Manuel Pellegrini en los últimos partidos, y que apura sus opciones para estar en Sudáfrica con Argentina.
Delantera: La guerra de las galaxias
Posiblemente ningún otro partido del mundo, ni a nivel de clubes ni de selecciones, ofrezca tanta posibilidad de espectáculo ofensivo como un Madrid-Barça. O lo que es lo mismo, un Messi-Cristiano, un Higuaín-Ibrahimovic, un duelo en el que jugadores en el ocaso como Raúl o Henry buscan su último minuto de gloria ante jóvenes tan pujantes como Pedro o Bojan.
Sin duda, el duelo al que todos miraremos será el que protagonicen Cristiano y Messi. La pasada campaña, ‘La Pulga’ devastó el Bernabéu jugando de media punta, muy centrado y por detrás de los delanteros puros de su equipo. Leo ya ha demostrado su talla de crack mundial en varios clásicos ante el Madrid. Ronaldo, por su parte, aún debe confirmarse ante el Barça, equipo ante el que no brilló en las semifinales de Champions de 2008 y que le ganó el partido decisivo de la edición de 2009. La estrella de Portugal tiene pues varias cuentas pendientes con el crack de Argentina y con su equipo.
Junto a Messi en Sudáfrica estará Higuaín, un jugador llamado en principio a ser actor de reparto pero que se ha comido crudo a Karim Benzema (la promesa francesa estará en el Mundial, pero ha perdido miserablemente un año y la posibilidad de crecer en un grande como el Madrid), y que se ha ganado sobre el campo una consideración que algunos aún le niegan. Para los descreídos, debería bastar echar un ojo a la clasificación del Pichichi. Y que nadie olvide, tampoco, que enfrente estará Zlatan Ibrahimovic; no jugará el Mundial con Suecia, pero pocos discuten su condición de estrella. El tallo azulgrana tiene talento a espuertas y, además, está en racha goleadora.
Como decimos, los párrafos anteriores constituyen un ejercicio de adivinación -arte en el que no somos expertos, ni mucho menos- sobre los posibles onces de inicio de Madrid y Barça el sábado. Se trata de equipos tipo, sin tener en cuenta posibles lesiones o variantes tácticas. Porque, también en los banquillos, sobran las alternativas con etiqueta mundialista: Márquez (México), Metzelder (Alemania), Milito (Argentina), Lass Diarra (Francia), Busquets (España), Touré Yaya (Costa de Marfil)…