Hay cosas que son bonitas y siempre estarán deliciosas porque tienen ese nosequé sentimental, que te emociona con cada bocado. Y ese nosequé es porque son las almendras que ves crecer en el árbol que tu padre plantó hace años y las recoge año tras año, porque tu madre y tu abuela las sacan de la cáscara, se secan en casa y con paciencia tu hermano las abre y las cocina. Como no van a ser las almendras garrapiñadas más ricas del mundo, si cada trocito que comes es parte de ti!!
INGREDIENTESAlmendrasAzúcar
PREPARACIÓN 1- Romper la cáscara de la almendra natural, seca previamente durante varios días. Retirar el fruto interior y colocarlo en una sartén.2- Echar 4-5 cucharadas soperas de azúcar y un vaso de agua. Con el fuego a tope, remover hasta que hierva.3- Una vez comience a hervir y a espumear, bajar el fuego y no parar de remover. Se va hacer una pasta cada vez más espesa.4- Una vez evaporada toda el agua, volver a poner el fuego a tope. El azúcar se volverá a derretir y a formar caramelo. 5- Echar las almendras en una bandeja, separadas. Dejar enfriar.
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