Estamos en plena Cuaresma, es decir, los cuarenta días previos a la Semana Santa contados desde el miércoles de ceniza hasta la tarde del Jueves Santo.
La evolución histórica del ayuno ligado a este período ha ido, a lo largo de los siglos, dejando un poso gastronómico en aquellos países de tradición cristiana.
El propio ayuno ha ido sufriendo modificaciones. En algunos momentos históricos implicó a los viernes y sábados anteriores a la Pascua, luego sólo a los viernes. A veces implica no ingerir más que un alimento al día y evitar consumir cualquier producto derivado de los animales y no sólo su carne (incluía huevos, leche y queso).
En nuestro caso, si hay un alimento ligado a este período, este es el bacalao y aprovechando las circunstancias hemos hecho un recordatorio de nuestras recetas elaboradas con el bacalao como protagonista, lo cual no implica necesariamente que todas sean adecuadas para este período, puesto que alguna se acompaña de carne.
Blinis con ahumados. Bacalao rebozado con salsa de limón picante. Ensalada de bacalao, cecina y tomate. Tomates rellenos de bacalao sobre hummus. Kokotxas de bacalao al pil-pil. Bacalao al horno con ajoaceite y salsa de piquillos. De brandada y piquillos con inspiración japonesa. Revuelto de bacalao. Taramasalata. Bacalao crujiente con salsa de puerros. Ensalada de pasta y ahumados. Tortilla de bacalao. Fados de bacalhau (croquetas).
En fin, sea cual sea vuestra opción religiosa y como queráis vivir estos días, creo que siempre es un buen momento para comer bacalao y aprender un poco más sobre este producto de la mano de nuestro Viejo Sabio y su artículo monográfico.