Os sorprendería si os digo que estos mini cakes de "terciopelo rojo" no llevan colorantes artificiales. Muchas personas los usan para teñir los postres preparados y supongo darles un atractivo color a la vista y que parezcan mas ricos. No me mal interpretéis, no estoy en contra de los que utilizan colorantes y cada cual haga lo que mas guste, pero si pienso que algunos alimentos ya tienen preciosos colores para encima tener que usar este tipo de ingredientes químicos. Además en este caso creo que es una forma interesante de dar trabajo a una verdura que ha quedado un tanto olvidada en nuestras cocinas, como es la remolacha roja.
Acordaos que si os animáis a preparar este postre y lo llevéis a la mesa, vuestros invitados no se creerán cuando les digáis el ingrediente principal que llevan los cakes. Sorpresa!!
Ingredientes:
Para los cakes:
6 remolachas rojas pequeñas o 3 medianas, cocidas
60 ml. de aceite vegetal
175 ml. de buttermilk (receta del blog)
100 grs. de mantequilla
1 cuch. de azúcar avainillado (receta del blog)
1 cuch. de licor de almendras (opcional)
4 huevos ecológicos
310 grs. de harina de trigo
200 grs. de azúcar blanco
100 grs. de cacao en polvo
1 y 1/2 cuch. de levadura química (gasificante)
1/2 cuch. de bicarbonato de sodio
Un pellizco de sal
Para la cobertura:
250 grs. de queso para untar
100 grs. de azúcar glass
50 grs. de crème fraîche
25 grs. de coco rallado
Virutas de chocolate para decorar
Elaboración:
Con esta receta de mini cakes voy a comenzar por el final; la cobertura, ya que necesita un golpe de frío, así nos da tiempo de preparar lo demás. Mezclamos en un cuenco grande el queso de untar con el azúcar glass, la crème fraîche y el coco rallado ayudándonos con una lengua de pastelería o el revés de una cuchara hasta ver que todo queda homogéneo. Tapamos con papel film y metemos a la nevera.
Como siempre, precalentar el horno a 180º C y engrasamos con un poco de mantequilla unos pequeños moldes de silicona para magdalenas. Si vais a usar moldes de papel, entonces no hace falta, pero si disponerlos sobre la mesa de trabajo para luego sea mas fácil rellenar.
Ahora en un procesador de alimentos o batidora echamos las remolachas cortadas en trozos irregulares junto con el aceite vegetal y molerlo hasta quedar una pasta ligera. Reservar.
En un bol vamos a combinar la harina tamizada con el cacao en polvo, el bicarbonato de sodio, la levadura química y un pellizco de sal, dejando a un lado.
En otro bol mezclar la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar blanco, el azúcar avainillado, el licor de almendras e iremos añadiendo de uno en uno los huevos. A continuación agregamos el batido de remolacha, removiendo suavemente e iremos incorporando la harina con los demás ingredientes hasta quedar una masa homogénea y suave.
ok, ha llegado el momento que mas me gusta de la receta, rellenar los moldes con ayuda de un cucharón hasta un poco mas de la mitad (ya sabéis que durante el horneado suben y doblan el volumen, así que no interesa rellenarlos mucho más, pues podría salirse el contenido). Y metemos al horno unos 15-20 minutos aprox. por tandas. Luego sacamos a una rejilla para que se enfríen antes de desmoldarlos o ponerles la cobertura.
El cuenco del queso reservado de la nevera lo metemos en una manga pastelera o una bolsita pequeña de plástico con un pequeño agujero practicado en una de las esquinas para que salga el relleno e iremos colocando pequeñas cantidades del preparado encima de nuestros mini cakes en forma decorativa.
Justo antes de servir, espolvoreáis con las virutas de chocolate, así dar un toque divertido y listos para el gran mordisco!!