Revista Cultura y Ocio

Redes sociales literarias

Publicado el 08 diciembre 2014 por Imosver

Redes sociales literarias

Las redes sociales han pasado a formar parte de nuestras vidas y ocupan un papel cada vez más relevante en nuestras relaciones personales. Normalmente asociamos el concepto red social a nombres como Facebook o Twitter, pero existen también multitud de otras redes entorno a diferentes ámbitos e intereses, y la literatura es uno de ellos.

Aunque leer suele ser una actividad individual y solitaria, a menudo nos gusta compartir e intercambiar impresiones sobre aquello que hemos leído. Ahora podemos también interactuar con otros lectores compartiendo opiniones, preferencias y recomendaciones a través de las redes sociales literarias, un espacio colectivo para amantes de la lectura. El propio lector se convierte así en crítico literario: sus opiniones, recomendaciones y sugerencias pueden servir para influir u orientar a otras personas.

En las redes sociales sobre libros, cada una de ellas con sus particulares características, los usuarios que se registran pueden crear su perfil, acceder a las fichas de libros, crear su lista de lecturas, valorar y comentar obras, participar en clubes de lectura digitales, conocer gente con las mismas afinidades literarias, y un largo etcétera. Una característica común en todas ellas es que se combina la información aportada por la propia red (sobre libros, autores, géneros, premios, etc.) con las aportaciones hechas por los usuarios (críticas, comentarios, puntuaciones,…). Esto nos resulta de gran utilidad a la hora de decidir si una lectura nos parece interesante o no.

Como ejemplos de estas plataformas sociales, cada día más populares entre los amantes de la lectura, encontramos, entre otras: Lecturalia, Libros.com, QueLibroLeo, Librofilia, Entrelectores, y Tú qué lees. La más conocida entre hispanohablantes, Lecturalia, cuenta actualmente con más de 70.000 usuarios registrados, sobrepasa los 90.000 libros y los 20.000 autores, una clara muestra de que redes sociales y literatura resultan ser una buena combinación, ¿ya la habéis probado?


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