Según expertos, una de cada ocho mujeres padecerá un cáncer de mama en algún momento de su vida. Aunque no existen pócimas milagrosas que brinden una protección total, ciertos alimentos reducen el riesgo de desarrollar este tipo de tumor.
ZUMO DE TOMATE, un escudo contra el cáncer
Beber un zumo de tomate natural a modo de aperitivo es una manera muy sencilla de ingerir buenas dosis de nutrientes de potente acción anticancerígena, como la vitamina C. Las mujeres fumadoras y las que sufres de estrés son las que más se benefician de la toma de esta saludable bebida. Para prevenir la expansión de células precancerosas, agrega orégano, albahaca o hierbabuena.
Come GARBANZOS, dos veces por semana
Por detrás de la soja, los garbanzos son la legumbre más rica en isoflavonas, un compenente que ayuda a prevenir el cáncer de mama. Otro motivo por el que consumirlos es por su elevado aporte de fibra. Entre otros beneficios, la fibra "secuestra" los estrógenos sobrantes, evitando que se reabsorban en en intestino y se acumulen en la mama. Mantener en equilibrio estas hormonas previene otros cánceres hormonodependientes, como el de útero. Procura consumir garbanzos dos veces a la semana, en guisos ligeros, rehogados con espinacas, etc.
Conoce el poder protector del MOSTO de VINO
Las uvas, el vino tinto y su equivalente sin alcohol, el mosto, son alimentos más ricos en resveratrol. Esta beneficiosa sustancia posee propiedades antioxidantes, mostrándose útil en la prevención del cáncer de mama. Si no te gusta el sabor del mosto y no es tiempo de uvas, puedes optar por las cápsulas de resveratrol.
AGUACATE, en la ensalada
El ácido oléico, el tipo de grasa mayoritaria del aguacate, reduce hasta en un 46% la presencia de uno de los oncogenes asociados a los tumores, más agresivos de mama y, además, aumenta la eficacia de ciertos tratamientos antitumorales. Beneficiate de estas virtudes añadiendo aguacate a la ensalada, untando el pan con la pulpa de esta fruta o comiendo guacamole con frecuencia.