Repasamos los regresos de la temporada

y Pablo de los Ríos
Mini-reviews de esas series con las que nunca está de más reencontrarse

Este año habréis notado que nos estamos volcando con la nueva temporada televisiva. Y es que aparte de comentar tanto los estrenos nacionales (Homicidios, Gran Hotel, Cheers) como sobre todo los del otro lado del charco (Terranova, American Horror Story, Pan Am, New Girl, Los Angeles de Charlie, Homeland, Person of Interest, Enlightened, Boss o Grimm y Once Upon a Time en breve), no podíamos dejar de lado el comienzo de otras series veteranas como ya hemos hecho con The Walking Dead, Sons of Anarchy y por supuesto en nuestro seguimiento de Dexter.  
A pesar de que todavía es pronto para hacer un juicio a series que se encuentran dando los primeros compases de la temporada, más o menos muchos de nosotros ya nos podemos hacer una idea de por dónde irán los tiros. Si con Boarwalk Empire todo apunta a que se segunda temporada no sólo confirmará sino que superará su primera entrega, todo lo contrario ocurre con la serie de acción sorpresa del pasado año Nikita Looks to Kill, que parece hundirse en el fondo de la mediocridad.
Descubre tras el salto como han ido estrenos como House, El Mentalista, La Teoría del Big Bang, Cómo Conocí a Vuestra Madre,  Community, Fringe o Supernatural tras el salto.
Fringe (T4)

Este año no estamos ofreciéndoos una cobertura de Fringe tan extensa como en temporadas anteriores básicamente porque nuestro entusiasmo con la serie está sufriendo las consecuencias de la montaña rusa del año pasado. Porque todo lo que sube tiene que bajar, y se nota demasiado que la cancelación parecía tan segura hace 6 meses que los guionistas echaron toda la carne en el asador sin contar con una cuarta temporada. 
Pero aquí estamos y durante los 4 primeros episodios solo hemos asistido a capítulos autoconclusivos que a pesar de venir de la mano de algún realizador competente como Brad Anderson (director del 4x03 y de El Maquinista) se han quedado muy lejos de la emoción y entusiasmo del pasado año. Incluso la trama poltergeist de Peter nos suena algo ridícula a pesar de que siempre es interesante ver las diferentes ramificaciones que tienen lugar en las nuevas realidades que aparecen en la serie. 
La audiencia se está comportando en consecuencia y los mínimos históricos son tradición tras cada nueva emisión (ya anda por los 3,1 millones) para desesperación de los ejecutivos de FOX. Eso sí, tras el 4x04 la cosa parece que se ha puesto más interesante y ahora lo que se avecina es ver el contraste entre Peter Bishop y un universo en el que nunca existió. ¿No suena demasiado redundante y poco sólido para la que seguro será la última temporada de Fringe?
La Teoría del Big Bang (T5)

Estable. Nunca molesta. Howard y Raj siguen siendo grandes y el momento zombie de Sheldon en el episodio de Halloween justifica toda la temporada. La crisis de la mediana edad que sufría la serie el año pasado parece olvidada gracias a un mejorado equilibrio entre los personajes que calienta pero no quema, y que es la única opción para mantener en parrilla a una serie que estaba pidiendo demasiado de Jim Parsons.
Es cierto que la trama con la novia de Leonard o incluso las apariciones de Penny chirrían sobre el resto, pero es una utopía desear que se libren de las tramas románticas incluso en una serie sobre los hombres con menos probabilidades de encontrarse un Tampax en el baño en algún momento de su vida. Aún así, siempre logran arrancarnos un par de carcajadas. Y para 20 minutos a la semana que nos piden, es suficiente.
House

Lo de House en prisión ha durado tanto como su encierro psiquiátrico en la pasada temporada, es decir, los primeros compases. Greg no ha tardado en volver a recaer en el Princeton entre contradictorios comentarios sobre la vigencia de su licencia médica y esquivas referencias a la marcha de Cuddy. Además, por eso de darle un aire de novedad a la serie, nos encontramos con el enésimo cambio de equipo a las órdenes del médico, y decir que el actual es el menos carismático de toda la serie es quedarse corto.
Aún así, es complicado que este octavo año sea peor que el anterior, en el que gastaron definitivamente el último cartucho de la serie con la relación House-Cuddy. La única forma de seguir House sin que se te caiga la cara de vergüenza es bajar a la serie del pedestal de las series dramáticas para incluirla de lleno en el saco de las pildoras procedimentales de la semana como CSI O El Mentalista, porque eso sí, los casos médicos siguen siendo tan interesantes como siempre. Para esto hemos quedado.
Cómo Conocí a Vuestra Madre (T8)

Solo la aparición de Kal Penn esta funcionando en una temporada que ha llegado a un puto autoreferencial incluso sin pretenderlo con el horripilante The Slutty Pumpkin Returns, en el que el giro final se veía venir a kilómetros de distancia. Pero ese tremendo desgaste de la fórmula es lo de menos al tratarse de una serie de largo recorrido. Lo preocupante es que el abuso del personaje de Barney hace años que se convirtió en el mejor recurso para salir del tedio, por no hablar de que a cada temporada parece más lejana la identidad de la madre. Y lo que es más grave: nos importa cada vez menos.
A día de hoy, Cómo Conocí a Vuestra Madre es capaz de ofrecer un capítulo bueno de cada 5. Claramente insuficiente como para merecer seguir en nuestra colección particular de series, pero si como para convertirse en ese amigo poco espabilado con el que llevas quedando tantos años como para ni cuestionarte por qué lo haces. Simplemente tenemos que estar ahí cuando revelen la identidad de la madre. Los productores lo saben, y todos pagamos el pato.
Community (T3)

Muchos clamaban el fin de la era Community con un comienzo de temporada en el que realmente parecía que se había perdido la frescura en las aulas de Greendale. Solo la incorporación de John Goodman y los siempre afilados chistes de Abed lograban destacar entre los lloriqueos de Shirley, el regreso de Pierce y el flequillo de Jeff.
Pero eso era hasta el titánico 3x04 Remedial Chaos Theory, otro de esos episodios especiales de Community que entra en el hall de la fama junto a otras piezas como Modern Warfare, Epidemiology o Advanced Dungeons & Dragons. En Greendale aún queda vida inteligente, aunque habrá que ver si la suficiente como para sostener otra temporada de 22 episodios con una media de 10 gags por minuto.
Boadwalk Empire (T2)

La primera temporada nos trajo diversidad de opiniones. Quizás revisando nuestro análisis fuimos algo severos porque la serie de Steve Buscemi es una pequeña pieza de arte, pero también es cierto que la pasada temporada pecó en otorgar un exceso de protagonismo a los personajes sin profundizar en una trama que los unificara-
Sin embargo, la segunda temporada ha arrancado a toda pastilla. Si el final de temporada se nos adelantó las líneas básicas sobre las que se sustentaría el argumento de la segunda entrega, nunca creí que los conspiradores de Nucky Thompson saldrían de la madriguera tan tempranamente, y ni mucho menos que arrinconasen a Nucky de forma tan insospechada. Por lo que la segunda andadura de la serie de la HBO ha sido desde luego tan sorprendente como satisfactoria con grandísimos momentos como el que nos regaló Chalky White en prisión o el propio Nucky prometiendo desafiantemente que todos lo que osaron oponerse a él que caerán bajo su espada de Damocles.
Nikita Looks to Kill (T2)

No se cómo comenzar esta review sin soltar un solo improperio hacia los guionistas de la cadena CW porque verdaderamente se están cargado la serie a pasos agigantados. Como sabréis, la cadena de Supernatural (de largo su serie más prestigiosa) siempre ha volcado su programación al público más juvenil y prueba de ello es el proceso de cambio que sufrió Nikita tras el parón navideño del año pasado añadiendo más romances a la trama y sobre todo la transformación total tras este deplorable inicio de temporada. 
Y es que si el año pasado nos sorprendimos con Nikita Looks to Kill, una serie cuyas expectativas eran nulas y que nos trajo un thriller plagado de acción con un estupendo registro visual y a una carismática Maggie Q repartiendo tortas por doquier en plan llanera solitaria, ahora lo que toca es aguantar a una empalagosa Nikita que junto a su osito de peluche Michael (¡Qué personaje más desperdiciado!) intentará tumbar a División (¿Qué original eh?). Nada o poco ha cambiado en la trama salvo que Percy (villano de la anterior entrega) se encuentra recluido en una prisión aislada de alta seguridad como si fuera Hannibal Lecter y que la antigua socia de Nikita, Alex, ahora se encuentra inmersa en su propia venganza personal para encontrar al asesino de su padre. 
Lo cierto es que rara vez suelo dar por perdida una serie, pero desde luego Nikita Looks to kill se está llevando todas las papeletas como siga con ese tono tan pastelón.
Supernatural (T7)

Ya comentamos en su día la caída en desgracia de la serie de la CW tras su magnífica quinta temporada que debiera haber supuesto el punto final de una de las mejores series de entretenimiento ligero. Y es que si la sexta temporada desde un principio era observada con recelo, con la séptima con mayor razón sobre todo tras el impactante final de la anterior entrega que nos desvelaba un poco las líneas básicas a las que ahora nos enfrentamos. 
No obstante, nada más comenzar el séptimo año, los hermanos Winchester borran de un plumazo todas las expectativas para devolvernos a la dura realidad y enfrentarnos a Los Leviatanes (más antiguos que incluso Lucifer) en vez de a un prometedor enfurecido Castiel. ¿En serio? ¿Leviatanes? ¿No se les ocurre nada mejor a los guionistas? También mi escepticismo es normal porque, ¿Qué hay más grande que enfrentarse al apocalipsis? Posiblemente nada y por ello será muy difícil que Supernatural remonté el vuelo. 
No obstante, no quiero decir que la temporada haya empezado catastróficamente como si lo hizo la anterior entrega. Sin embargo, siguen sin darme buen rollo estos escurridizos Leviatanes y espero que de aquí al final de temporada se inventen algo mejor. Por mucho que ver de nuevo a Mark Pellegrino (Dexter, Lost) como Lucifer torturando el alma de Sam sea todo un placer.
PD: ¿De verdad Castiel ha muerto? Porque de ser así mal vamos. 
El Mentalista (T4)

Si con el final de la tercera temporada aplaudimos la valentía de los guionistas al cerrar por fin la trama del enigmático John El Rojo, olvidarlo y poner de nuevo el contador a cero porque nos han vuelto a tomar el pelo.
La cuarta entrega de la exitosa serie de Simon Barker nos sitúa con su simpático protagonista en prisión por el asesinato de John El Rojo. Sin embargo, para sorpresa de Patrick Jane, las autoridades no encuentran ninguna prueba que vincule al hombre que el mismo abatió a tiros en el centro comercial con el asesino en serie que acabó con la vida de su mujer e hija. De hecho, la víctima tiene una historial tan impoluto que todos dudan de que sea realmente el temible psicópata. Incluso Jane, que termina el episodio asegurando que al final solo se trataba de otro esbirro más y dejando abierta una vez más una trama que creíamos terminada.
Lo que más escuece es que nuestro protagonista ha llegado a esa conclusión forzado por unos guionistas hincapaces de mantener con  vida a la serie sin el personaje que motiva a Jane a seguir colaborando con la policía. Argumentalmente nuestro mentalista deduce que la víctima no es Red John porque alguien limpia su cadaver tras el tiroteo. Una persona que necesariamente ha de estar guiada por John el Rojo, siempre según palabras de nuestro protagonista. ¿Pero no contaba el pobre diablo con una esposa tan o más chalada que él mismo y que facilmente pudo encargarse de lo del cadaver? ¿Cómo se le ha pasado ese dato a Jane?