Dos películas me vinieron a la mente cuando acabé de ver Repo Men. Por una parte Brazil de Terry Gilliam y por otra Old Boy de Park-Chan wook, lo cual no sería un mal aval. Sin embargo, eso no quiere decir que la película de Miguel Sapochnik sea deudora de las anteriormente citadas. Tan sólo hay algunos momentos que pueden recordar a dichas películas.
Repo Men es cruel y directa hasta decir basta. Por una parte se agradece que nos muestren que las grandes corporaciones no se casan con nadie, ni lo harán en un futuro. Si ahora mismo no lo hacen… como para pensar que iban a cambiar. Si debes el dinero de la hipoteca y te quedas sin trabajo lo más seguro -indudablemente- es que te quedes sin casa y con una deuda de órdago. Algo muy real, ¿verdad?. Pues en el futuro si debes un órgano artificial (sea un corazón, córneas, pancreas, hígado, pulmón o lo que sea) lo mejor será que sigas pagando las cuotas mensuales. Porque si no vendrá Repo Man (a este paso futuro hombre del saco) y tomará las medidas que sean necesarias. O la pasta o… tu corazón, literalmente.
Buen planteamiento para una película, aunque lo mejor será que no tengáis los estómagos débiles, porque algunas escenas no son aptas para los impresionables.
Jude Law interpreta a un Repo Man (podríamos denominarlo “recuperador”), el cual es, ni más ni menos, que un Cobrador del Frac moderno. Trabaja para una empresa que ofrece órganos artificiales a sus clientes, eso sí, con unas condiciones económicas alucinantes. De ahí que los impagos sean el pan nuestro de cada día. Law y Forest Whitaker (comandados por Liev Schreiber) se encargan de que las personas que no pueden seguir pagando las consiguientes mensualidades tengan dos opciones. Una: buscarse la vida para conseguir el dinero. Dos: olvidarse del órgano cedido, el cual será quitado ipso facto. De ahí que los Repo Man no sean tan sólo unos matones (en caso de que el cliente intente hacerles la pirula), si no que saben perfectamente de anatomía y podrían ser perfectamente cirujanos a las órdenes de Gregory House. En un momento dado Law sufre un cambio en su vida que le obliga a estar al otro lado del espejo. Es ahí donde la cosa se complica y el cazador se acaba convirtiendo en presa.
Hay algunos elementos bien diferenciados en esta película. Por una parte la de la acción pura y dura y por otra la de la crítica social. La de que la vida de las personas importa bien poco y en lo más alto seguirá estando Don dinero. Precisamente eso es lo que más acaba interesando y lo que puede provocar más de una reflexión en el espectador. El meollo del asunto para centrarnos.
La mencionada acción no es que moleste, en absoluto, pero quizás la convierta en un pequeño híbrido que acaba diluyendo un poco el tema que quiere tratar. Probablemente se habría podido hacer lo mismo, y mejor, sin un Jude Law que emulase en algunos momentos al prota de Old Boy (de ahí mi referencia al principio de la reseña) evitando algunas ácidas críticas que ha cosechado esta película. Aunque bien es cierto que habría perdido gran parte de su gracia, ya que Repo Men parte de una premisa en cierto modo sangrienta y visceral aderezada con no pocos momentos de tensión.
Es loable por otra parte ver que la opera prima de su director puede no haber caído en saco roto y que Sapochnik pueda seguir mostrando su buen hacer. De momento ha ofrecido una película de ciencia-ficción entretenida y con mensaje, algo es algo. Sin embargo, eso no quita en algunos momentos y el adjetivo anodino puede hacer acto de presencia lo cual no es precisamente positivo en una película.
¿Lo mejor de la película? Pues indudablemente su final (dejando aparte la mencionada crítica social). Gore y sin tapujos, donde más de uno puede ser que aparte la vista de la pantalla o simplemente crea que el director se ha pasado tres pueblos. Pero viendo por donde iba la película cualquiera podría pensar por donde irían los tiros. Tranquilos, no voy a destripar nada, y si mis anteriores palabras lo han hecho estad tranquilos, hay sorpresas y esas no se descubren tan fácilmente.
Repo Men acaba siendo una grata sorpresa en cuanto a películas de ciencia-ficción se refiere y posiblemente agrade a más de uno por su enfoque y el atrevimiento de su director. Lo cual ya es algo para los tiempos que corren.
Fdo: Snake