Revista Cine

Reportaje: Problemas del cine español

Publicado el 22 febrero 2011 por Lapalomitamecanica
Menos cine de autor y más palomitas
Reportaje: Problemas del cine español
Tetas, sexo, drogas, drama social, transición de la niñez a la madurez, guerra civil, Almodóvar, Torrente y, últimamente, el pesado de Mario Casas. Si esto fuera el Scattergories sonarían estas palabras en la temática de cine español, unos rasgos que si bien nos definen, también nos encasillan, y ahí nos hemos quedado, ni para atrás ni para delante. Con la gala de los Goya del año pasado tuve cierta esperanza de que entre nuestros académicos cundiera una nueva tendencia, de abrir un abanico más amplio dentro de nuestro cine en el que se den cita todos los géneros, no sólo comedias descerebradas o cintas sobre niños que descubren el amor, el sexo y la muerte con una ambientación en la época pre-franquista, o aquellas horro-películas que en realidad son prolongaciones de espeluznantes series como Física o Química.
Más, tras el salto.
Que sí, que no digo que no haya grandes películas dramáticas en la producción nacional, Camino o La vida secreta de las palabras, así como muchas de las que ya comentamos en el reportaje sobre las 10 mejores películas del s.XXI, pero no forman parte de esta historia. Lo que aquí intento transmitir es que el cine español ha de hetereogeneizarse, porque tan buena es Pan Negro, como Balada Triste de Trompeta, tanto lo es La soledad, como REC. Y demostrado queda que podemos hacer obras de calidad y llegar al number one, si no que se lo digan a Jaume Collet-Serra y el éxito que ha tenido en la taquilla  norteamericana con Sin identidad. Desgraciadamente, en nuestro país sigue premiándose, financiándose e impulsándose lo de siempre, el cien de autor.
Reportaje: Problemas del cine español
Mario Camus, al recibir el Goya de Honor este año, criticó la invasión del cine norteamericano en su discurso. Es muy sencillo echar la culpa a los estadounidenses, o incluso al público español, pero  un porcentaje alto del problema es interno. Es difícil hacer un análisis de todos los factores que inciden en este fracaso nacional, pero hay una serie de pestes que afectan a nuestro cine que  podríamos enumerar:
  1. El escaso presupuesto con el que cuentan las producciones nacionales frente al de las grandes superproducciones de Hollywood, que se lo zampan todo. De acuerdo, que la pasta no hace a un film bueno, pero, desde luego, le ayuda bastante a recaudar en taquilla, prometiendo en sus fuertes campañas publicitarias el oro, el moro y a Megan Fox en shorts, promociones de las que el cine español carece, porque, entre otras, no puede permitírselo. ¿Y por qué tenemos tan poca financiación? La culpa, como siempre, viene del poder político y de una ley que regula las subvenciones y que sólo se centra en impulsar el cine de autor y, en consecuencia, su distanciamiento del gran público.
  2. El tardío despegue de nuestro cine debido al franquismo y la resaca pos-dictatorial, cuyo desenganche político era muy cuestionable de cara al exterior.
  3. La poca proyección internacional. Si aquí apenas se hace promociónde lo nuestro, imaginad en el exterior, donde Torrente es la máxima representación de nuestro cine, es como si dijéramos que Austin Powers lo es del norteamericano
  4. Un descenso de la calidad por una superproducción. Y es que no paramos de hacer y de hacer películas que no van a ningún lado, muchas clones de hora y media de cutre series de adolescentes, véase Mentiras y Gordas (lo de véase es sinónimo de 'por ejemplo', no hay que tomarlo al pie de la ltra, por vuestro bien).
  5. El mercado norteamericano comelotodo, que debido a una serie de estrategias que se saltan las leyes antitrust invaden las carteleras de cine, si hay 7 salas, a lo mucho, dos, son cintas españolas, el resto norteamericanas, y es que al final, es lo que da dinero. Pero más importante es nombrar que la ley de mercado de los yanquis obliga a adquirir las películas en pack, y parecían tontos cuando los compramos.
  6. La manía de los estadounidenses de hacer sus propias versiones de las buenas películas españolas, en lugar de dejarlas tal cual, que así están muy bien, como REC.
  7. La escasa ayuda de la televisión. Sólo La 2 emite más films españoles, pero la mayoría, eso sí, de autor. ¿Alguien recuerda haber visto alguna película made in Spain en la sobremesa del domingo? Yo no.
  8. Nuestra tendencia al cine palomitero, que no digo que sea mala, al contrario y, de hecho, mola la mezcla entre la calidad y el entretenimiento puro y duro. No es que la mentalidad de la sociedad deba cambiar, es que la mentalidad de los directores es la que ha de adaptarse a los gustos de la sociedad, una sociedad que está en crisis y a la que le da pereza acercarse al cine para ver más drama y miseria, que vuelvo a repetir, hay grandes obras del género, pero la pantalla también tiene que amenizar con terror, acción, thriller y suspense. Pero ojo, si vamos a hacer cine palomitero, hay que hacerlo bien, que luego están esos espeluznantes intentos de parecerse al cine Hollywoodiense sacando títulos como Carne de Neón, un Snatch a la española con un mojabragas televisivo, pero cutre.
Reportaje: Problemas del cine españolQuiero incidir sobre todo en este último aspecto, en un necesario cambio de cine de autor autodestructivo y depresivo y tirar hacia el gusto de la sociedad española. Entre tanto batiburrillo dramático, de vez en cuando emergen joyitas que marcan un punto de inflexión en la producción nacional, esas luces de esperanza las siembran películas como REC, Celda 211, La Caja 507, El laberinto del Fauno, El Habitante Incierto, Los Ojos de Julia, En la ciudad sin Límites o El Secreto de sus Ojos, entre otras.
Por estos derroteros son por donde han de caminar los directores nacionales, con películas más varíadas y de mayor acción y suspense, sin dejar de lado los filmes de drama, que Bollaín y Coixet se sigan dedicando a lo suyo, que se les da de lux. Desde el mundillo del cortometraje  ya se hace esto de variar, ahí residen las grandes promesas que pueden llevar por muy buen puerto el futuro del cine español, sólo hace falta una manita, no con leyes contra la piratería que nada tienen que ver con la crisis del panorama nacional, sino con oportunidades y dinero para sacar adelante productos comerciales y de calidad, que no son incompatibles. Secuestrados, La Piel que Habito, La Chispa de La Vida, Sin Identidad,... Parece que vienen aires frescos, esperemos que sea la revolución definitiva, esta vez sí, cine de calidad Made in Spain.

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