Reseña: la luz de candela, mónica carrillo

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  Título: La luz de CandelaAutor: Mónica CarrilloEditorial: PlanetaNúmero de páginas: 316¿Saga?: No. Autoconclusivo.Precio libro físico: 19,50€Precio libro ebook: 9,99€

A veces la vida te pone a prueba y te hace decir cosas que mucho tiempo después te sigue recordando. Pensé tantas veces en aquella llamada, en aquél momento, Manuel. Ese en el que todavía estaba a salvo, sin conocerte, virgen a tus encantos y ajena a los sentimientos que llamaban impacientes a mi puerta. Recreaba una y otra vez la escena, como si pudiera retroceder en el tiempo y plantarme de nuevo en aquella mañana. Un día cualquiera, de un mes cualquiera, de un año cualquiera, pero que cambiaría el resto.

Este libro ha sido cedido por la editorial Planeta. Desde aquí, muchas gracias. Más información sobre sus publicaciones pinchando en el link.

Las personas que la rodean suelen creer que Candela tiene una forma especial de ver el mundo. A través de su cámara, con un filtro especial que le permite admirar la belleza incluso en los acontecimientos más tristes, Candela vive la vida con intensidad. Y el día en el que conoce a Manuel, un joven modelo que arrasa con su monotonía como un huracán, de alguna manera ella sabe que tan sólo ha llegado a su vida para complicársela. Aún así, no le importa. Como si del propio sol se tratase, antes de poder darse cuenta, Candela comienza a girar en su órbita. Todo en Manuel es fascinante, nuevo y adictivo, maravilloso. Durante un tiempo no importa que no haya una palabra para definir su relación, porque Candela no la necesita, porque ahí están los primeros besos, las primeras caricias, todo rebosante de ilusión y esperanza. La emoción de la complicidad y el descubrimiento del otro la ciegan. Durante unos meses todo resulta fascinante y adictivo, Manuel es perfecto, hasta que deja de serlo. ¿Cuándo ocurre esto? ¿Cuánto tarda en golpearte la realidad? ¿Es con el primer te quiero o con el primer pero? Candela no lo tiene claro, lo único que sabe es que Manuel nunca va a ser suyo, ni de nadie, porque aunque él la quiera, nunca lo hará de la manera en la que ella lo espera. Aunque la necesite, nunca será su prioridad en la vida. A partir de ahí es cuando surge un punto de inflexión en su relación, dónde alejarse, poner un punto y final a lo que siente, será mucho más complicado que dejarse llevar a través de un amor que tan sólo le hace daño.
¿Cómo podría exactamente describir de qué trata este libro? Es difícil. Podría parecer que nos cuenta una historia de amor y desamor como tantas otras, que sólo está escrito de una forma bonita, para que lo marquemos de frases y frases para recordar, que no tiene ni sustancia ni sustento. Pero no, nada de eso. La luz de Candela es una historia que nos habla de la cara y la cruz de los sentimientos, desde un sentido mucho más profundo y psicológico. Que nos transporta a los momentos más bonitos de una relación, pero también nos lleva hasta los más tristes, que nos hace un recorrido por todas y cada una de las fases del desamor, que nos describe el sentimiento de perdida, tanto la que sentimos al perder a alguien como la peor de todas: la de perdernos a nosotros mismos. Un libro que nos relata la ardua guerra interna de nuestra protagonista, una mujer que siempre ha sabido lo que quiere, pero que ahora no tiene claro cuándo hay que dejar de luchar por algo que no tiene salida. Nos habla de lo complicado que es renunciar a algo que, aunque fuese a ratos, te hacía feliz. Es una historia plagada de emoción y sensibilidad, que explora el lado más humano de los personajes y busca la reflexión en ti, que lo estás leyendo. Mónica Carrillo nos sumerge en esta, su primera novela, en una relación tormentosa, que casi te dará tantas penas y alegrías como a la protagonista. Que hará que desees que Candela, finalmente, se descubra a sí misma.
Si tengo que describir de alguna manera la pluma de la autora, debería decantarme por el elegir el término especial, porque es lo único que se me ocurre. La luz de Candela cuenta con una prosa exquisita y poética, un estilo único, dónde las metáforas y las palabras juegan entre ellas, se entienden y se complementan. Mónica Carrillo sabe cómo contar las cosas, mejor aún, sabe cómo contarnos un sentimiento, de esa manera en la que sólo algunos autores nos pueden hacer sentir al mismo tiempo. Aún cuando sabemos como terminará la historia, aún cuando el proceso por el que pasa Candela parece repetirse una y otra vez, dando la sensación de que la historia gira siempre sobre el mismo punto, la autora consigue que no se pierda la magia, la esencia de que cada detalle que nos descubre es importante y relevante.

Un punto que siempre encuentro positivo es que un libro cuente con una estructura original e innovadora, y La luz de Candela la tiene. Se trata de una novela plagada de capítulos cortos y concisos, con un microcuento que tendrá que ver algo con este, justo antes de cada uno de ellos. En estos capítulos se nos narran los distintos pasajes de la historia de amor (o no) de Manuel y Candela. Hasta aquí todo normal, ¿verdad? Pero en primera persona, Candela a quien se dirige no es a nosotros, ni al aire, ni a la nada, sino que lo hace hacia el mismísimo Manuel. Mientras lees, a menudo se tiene la sensación de estar presenciado una extensa carta, en un tono sentido e intimista. Candela nos lleva de su mano desde el pasado hasta el presente, pasando por diferentes momentos con cierto orden cronológico, pero también regalándonos páginas de pura reflexión personal acerca de sí misma y su entorno, de en lo que la relación la está convirtiendo. Vemos su evolución desde el principio de la historia hasta el final, dejando en realidad a Manuel como un personaje meramente secundario, un desencadenante de esta situación. Como detalle extra, decir que en algunos puntos contados, vemos a Candela desde la perspectiva de alguien ajeno a la relación: sus amigas. Esto ayuda muchísimo mejor a entenderla e incluso identificarse con ella en ciertos aspectos.
¿Y ahora es el turno de las pegas? Sólo decir que en algún punto la trama puede resultar repetitiva, que Candela puede desesperarnos en ese bucle de te olvido-no te olvido, te quiero-no te quiero, que se encuentra. Pero esto no es más que parte del proceso de aceptación que ella necesita, y su forma de desahogo. Es un libro crudo y realista, que no nos habla de finales felices a pesar de todo, pero que, al llegar a la última página, te hará sonreír y sentir que ha merecido la pena.
 

PUNTUACIÓN:

 El amor no es siempre tan bonito como lo pintan las novelas.  

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