Restaurante Deth Gormán [Gastronomía Aranesa]

"Deth Gormán" es un excelente representante de la cocina tradicional del Val D'Aran. Con nuestra visita a este restaurante recomendado por la Guia Michelín 2017, te invitamos a descubrir un territorio gastronómico en el que se mezclan influencias francesas y catalanas pero siempre con un marcado carácter independiente.

Por: Carmen Rodríguez.

El paté de Jabalí de Deth Gormán

  A escasos kilómetros de la frontera gala y lindando con Huesca se encuentra este valle que constituye la puerta de entrada al mítico Aneto y la via de paso natural a Francia. Aislado por su particular orografía y sus nieves perpetuas durante gran parte del año, su relación con el país vecino se establecía casi exclusivamente, remontando el río Garoña y no fue hasta la construcción del tunel de Vielha en 1948, cuando se comunicó de forma permanente con el resto de Cataluña y por ende, con la Península Ibérica.
Por su situación estratégica siempre fue un objetivo militar altamente deseado: A lo largo de la Historia, el Imperio Romano, los reinos feudales occitanos y aragoneses, las tropas napoleónicas y los dos bandos de nuestra guerra civil, intentaron dominarlo con escaso éxito.

Iglesia de Vielha

Con muchos esfuerzos y a pesar de pertenecer a la provincia de Lleida, ha logrado  mantener hasta la actualidad un sistema de autogobierno administrativo y de división territorial, donde la casa y la familia son la base de la organización social y económica.
Todas estas circustancias se amalgamaron y cristalizaron en una lengua, cultura y gastronomía propias. De manera que a la sencilla y consistente cocina de montaña (la Olla Aranesa es su plato más representativo) se unen otras formas de trato culinario de los productos autóctonos de clara inspiración franco-catalana, como se demuestra en la elaboración de patés, mermeladas, quesos, longanizas, morcillas negras (bolh nere) y los exquisitos licores de Cassis y Nueces.
Los guisos de caza (Civet de Jabalí), el confit de pato o los crespèths (una variante de los crepes dulces franceses) son entre otros, platos señeros de la gastronomía aranesa que engloban esas numerosas influencias.

La Olla Aranesa es el plato más representativo del Val d'Aran

  Viella o Vielha es la capital del Valle de Arán, que tomamos como punto de partida para recorrer montañas y desconectar de la ciudad. Se puede fácilmente intuir que después de cada ruta diaria, el estómago y el ánimo buscaban el consuelo en tan atrayentes viandas y tentados por los buenos comentarios de la Guía Michelín fuimos a Deth Gormán con la buena disposición que proporciona el ejercicio físico intenso y el aire puro.

Un árbol separa los baños de Adán y Eva

Situado céntricamente, detrás de la preciosa Plaza de la Iglesia se encuentra su fachada que inmediatamente te recuerda la de las típicas casas suizas o del tirol austriaco. Para ser justos he de decir que el casco antigüo de Viella está muy bien cuidado y todas las edificaciones "viven una eterna y bucólica navidad centroeuropea" incluso en Agosto.

Nos recibe un salón en tonos ocres y naranjas, manteles blancos, madera, piedra y filigrana de ganchillo cubriendo ventanas y  lámparas del local: Una decoración sencilla y acogedora, acorde con el entorno montañero.
 
Nos dejamos llevar por la carta y por la Ensalada de Tomates confitados y jamón de pato que pedimos de entrante. Pensamos que se trataría de un plato templado pero nos sorprendió la frescura de los tomates, su turgencia a pesar de estar bien tiernos y el ligero punto dulce nada excesivo: Muy agradable la combinación en boca con la consistencia y salazón del jamón de pato, no hizo más que aumentarnos el apetito.

La amable camarera apareció con un paté de Jabalí de la casa, cocinado por el chef y que se vende a los clientes en el mismo establecimiento (cuánto lamento no haberme llevado 3 por lo menos). Jugoso, trufado de abundantes trozos de carne de caza, nada grasiento, se nos presentó acompañado de piparras ligeramente picantes con reducción de vino tinto y lo terminamos en un santiamén que nos obligó a esperar el deseado Chuletón de buey del Valle. Nos chocó que no nos preguntaran como nos gustaba la carne y con el entusiasmo se nos olvidó comentarlo. Ya pensábamos que la iban a pasar demasiado cuando enseguida comprobamos el buen hacer del cocinero y que el buey había recibido el tratamiento que tan buena carne merecía, poco hecha, tierna y caliente, no podía estar mejor.

Como el hambre era mucha y la gula anda siempre al acecho con la excusa del esfuerzo y de probar algo tan típico en toda Cataluña como su Crema, le hicimos un hueco al afamado postre que resultó acompañado de unos licores de cassis y nueces un final apropiado para una comida de la que disfrutamos ampliamente.

Salimos satisfechos, casi a regañadientes y pensando en repetir, porque se nos iban los ojos tras las Ollas aranesas de la comanda de la mesa de al lado, quedándonos pendientes los Caracoles de Alta Montaña para una próxima ocasión.
¿Dónde? Met día 8, Vielha.

¿Indispensables? El paté, el buey, la Olla aranesa.

¿A conservar? La completa y variada carta de vinos de la que escogimos un Viñas del Vero Merlot. Con treinta años de experiencia y un público mas que exigente, recordemos que Viella es paso hacia la exclusiva estación de esquí de Baqueira Beret, conocen de sobra sus puntos fuertes: Cocina tradicional con productos de calidad y buenas elaboraciones con un servicio amable y experimentado.

¿A descartar? A riesgo de parecer puntillosa, parte de las guarniciones de los platos principales chirriaban un poco: La zanahoria rallada y las patatas del buey hacían bueno el dicho "menos es mas".

¿A rescatar? Quizá unas raciones algo mas abundantes, no olvidemos que los deportes de invierno y montaña son el principal reclamo turístico de la zona.

¿Caro o barato? El precio medio de la carta depende como casi siempre de lo que pidas, Michelín establece el límite superior en 38 euros y es justo lo que pagamos por persona, cantidad que nos pareció adecuada teniendo en cuenta lo que cuesta comer en Cataluña.
Hasta pronto: Salud y Kilómetros!