Restaurante Meatpacking Bistro (Barcelona)

Meatpacking Bistro

Meatpacking es uno de los distritos más de moda de Nueva York. Situado en el barrio de Manhattan, es conocido por sitios como el Pastis, casi un co-protagonista de Sexo en Nueva York.

Así pues, un nombre como Meatpacking Bistro ya nos da una clara indicación del tipo de comida que podremos probar allí: básicamente, comida americana. Se une, además, a los varios locales que podemos encontrar en Barcelona donde realizar un brunch el fin de semana.

El horario es muy amplio, desde las 8 de la mañana hasta las 3 de la noche. El local se va convirtiendo a lo largo del día: desde desayunos por la mañana hasta copas a última hora de la noche. El menú brunch lo ofrecen sábados, domingos y festivos de 11:30 a 16:00.

En esta ocasión, a pesar de ser domingo, no optamos por brunch, sino que probamos un entrante a compartir y un segundo plato. Vamos con las fotos y los comentarios de los platos.

Dandy’s Nachos. Los anuncian como “Con mucho de todo”, pero aunque no iban cortos de nada tampoco era un acompañamiento exagerado. El queso, como debe ser, era abundante y estaba tanto en la parte superior como entre medio, por lo que no nos quedamos sin con los nachos de la parte de abajo.

Sin ser los mejores que he probado nunca, no estaban nada mal. Como crítica, las puntas de algunos se habían requemado ligeramente, por lo que resultaban un poco amargas.

Barbacue Baby Rib (sic) Un costillar de cerdo cocinado a baja temperatura recubierto de salsa barbacoa. Todo un acierto de plato, con una cocción muy buena de la carne. Se deshacía muy fácilmente y estaba jugosa.

No me gustó que viniera sin guarnición y que hubiera que pedirla (y pagarla, no barata precisamente) aparte.

Meatpacking Burger. Ofrecen tres tipos de hamburguesa, una vegetal, una de pescado y esta. Viene acompañada de cebolla caramelizada (yo diría más bien pochada), bacon y queso cheddar. Ah, y esta sí, con patatas fritas incluídas.

La hamburguesa es de carne de calidad, resulta sabrosa y el acompañamiento le hace justicia, pero el hecho de que la preparen tan gruesa resulta un problema. La pedimos al punto y así la hicieron, pero ese punto no llega al centro de la hamburguesa, que se quedó prácticamente crudo. Hubiera quedado mucho mejor algo más ancha y menos alta, y se hubiera cocinado de forma más uniforme.

La cuenta: No nos quedó hambre para pedirnos postres, aunque nos habían recomendado la Cheesecake. Optamos por cafés. La cuenta final subió a 25 euros por persona. No es especialmente barato, pero no nos pareció tampoco caro. Dejamos pendiente para la próxima el brunch y probar los huevos Benedict.