
Gracias a la sugerencia y recomendación de Oscar Gallifa de Vadebacus, me decidí a hacer otra de mis minicatas dedicada a esta casta, para lo que me hice con rieslings secos de Alsacia y Mosela, así como un dulce de vendimia tardía también del Mosela. España estuvo representada por un blanco del Penedés.
- Waltraud 2008 (DO Penedés, blanco joven, Torres): amarillo pajizo pálido, brillante, reflejos dorado claro. Buena intensidad aromática, con cítricos, frutas blancas y flores. En boca se mostró fresco, vivo, ligeramente untuoso, largo y con un cierto dulzor final, destacando una acidez que, habiendo ya terminado la comida hacía unos minutos, seguía haciendo salivar. Lo hicimos enfrentarse a una gulas (no hay presupuesto para angulas de verdad) y unas rodajas de tintorera al azafrán, y se complementó de maravilla con el pescado y la salsa. Un vino muy rico y agradable, pero que me daba la sensación de que le faltaba algo.
- Léon Beyer Riesling 2007 (AOC Alsace, blanco joven, Léon Beyer): amarillo pálido con reflejos limón, limpio y brillante. Aromas más complejos, con cítricos dominando, notas herbáceas, algo de manzana y toques especiados. Acidez muy viva, incluso mínimamente excesiva, recuerdos de cítricos (piel de limón), seco y con un final bastante largo. Al presuponerle más intenso, le maridamos con unas croquetas de boletus y unos rollitos de pollo al horno rellenos de jamón ibérico y queso, con mermelada de tomate, y aguantó el tipo como un campeón, pudiendo su acidez con todo. Creo que este vino se merece un tiempo más de botella, y esa acidez algo excesiva se moderará.
- Barzen Riesling Trocken 2008 (DO Mosel, blanco joven, Weinhaus Barzen): amarillo pálido con reflejos dorados, brillante. Nariz elegante y de buena intensidad, con frutas tropicales y cítricos, recuerdos florales y de manzana, con un envoltorio dulzón. En boca tiene una acidez fresca y viva, es ligeramente untuoso, muy afrutado, con un muy leve toque de carbónico y un sutil dulzor. Le unimos a unos fideos con gambas y mejillones salteados con salsa de pescado al azafrán, y la pareja resultó muy bien avenida. De los tres Rieslings secos, el que más gustó y más apeteció repetir. El más elegante y redondo de los secos probados.

Mencionar también el primer Riesling alsaciano que probé, un Bestheim Riesling Reserve (AOC Alsace, blanco con crianza en botella, Bestheim). Amarillo pálido con algunos reflejos verdosos. Intensidad media, destacando caucho y fruta de hueso. Seco, con muy buena acidez.
Unos vinos con una acidez impresionante, crujiente y viva, que los hace frescos y muy apetecibles; que hace que los dulces sean deliciosos y cueste mucho parar de beberlos. Elegantes y sutiles, con muchas cosas por mostrar, pero que lo hacen con discreción, a quien sabe buscar y tiene paciencia. Que parecen guardar sus secretos en un envase fino y delicado.
De los probados, me quedo con los Barzen por su calidad y elegancia, y me gustaría poder probar ese Beyer 2007 el año que viene.
Ah, Oscar, el Auslese de Barzen ha sido el único vino con el que he visto a la otra mitad de esta casa acercarse al frigo y beberse un par de tragos...¡directamente de la botella!.
La foto del racimo de Riesling está tomada de la Wikipedia.