Durante años he preparado la ensaladilla rusa partiendo de una base de verduras congeladas o deshidratadas a las que añadía atún, aceitunas, pimientos rojos asados y cualquier otro ingrediente sabroso que tuviera a mano con la intención de "alegrar" un poco el conjunto y engañar al paladar.
Práctica un tanto bochornosa teniendo en cuenta lo mucho que me gusta cocinar y cuánto disfruto con ello.
Y no es que así lo hiciera por cuestiones de tiempo. No. Lo hacía por ignorancia. Ignorancia total y absoluta.
En casa de mis padres JAMÁS se ha preparado ensaladilla rusa por lo que, durante gran parte de mi vida, he sido desconocedora de la diferencia tan abismal que hay entre una preparada como acabo de confesar (para mi verguenza) y una casera. Nada que ver. Dos mundos opuestos.
Este verano decidí dejar las bolsas de preparado para ensaladilla en el supermercado y ponerme seria con el tema. Verduras frescas y cuchillo en mano, dediqué el tiempo necesario a trocear con mimo todas y cada una de ellas, a hervirlas el tiempo necesario para que quedaran al dente y orquestar uno de los platos más consumidos en España.
De origen ruso, como su propio nombre indica, es un plato típico de ese país.
La receta original fue elaborada en 1860 por Lucien Oliver, chef del restaurante Hermitage, uno de los restaurantes más conocidos de Moscú. En honor a su creador, esta ensalada también se conoce como "ensalada Olivier" en otros países.
Según he leído, es uno de los platos que más se consumen en Rusia ya que no es un plato laborioso ni costoso pero si saciante.
Hay tantas variantes de este plato como cocineros que lo preparan. Yo dejo aquí mi versión, que espero os guste.
Ingredientes (para 4 personas)
- 4 zanahorias, lavadas y peladas
- 1 patata grande, lavada y pelada
- 100 grs de judías verdes redondas
- 1 lata de guisantes, lavados y escurridos
- 80 grs de atún en escabeche, escurrido
- 1 huevo duro, picado
- 2 cucharadas de alcaparras
- 8 hojas de lechuga iceberg
- 2 cucharadas de mayonesa
- 1/2 yogur natural
- 2 cucharadas de leche
- Sal
Preparación
Cortamos las zanahorias y las patatas en pequeños dados, procurando que nos queden del mismo tamaño.
Las hervimos, por separado, en abundante agua con sal hasta que estén tiernas pero enteras. El tiempo necesario dependerá de la materia prima y del tamaño de los dados. Comprueba con la punta de un cuchillo afilado el punto de cocción para no pasarte.
Escurrimos las zanahorias y las patatas y las pasamos a un cuenco con agua fría para cortar el proceso de cocción.
Troceamos las judías verdes y las hervimos durante el tiempo necesario para que estén al dente, lo que dependerá del tamaño de los trozos.. Una vez cocidas, las retiramos del fuego, escurrimos y pasamos a un cuenco con agua fría.
Cuando las verduras estén frías, escurrimos de nuevo y secamos ligeramente con papel de cocina para retirar el exceso de agua.
Mezclamos la zanahoria, la patata, las judías, los guisantes, el atún, el huevo duro y las alcaparras. Sazonamos.
Preparamos una salsa con la mayonesa, el yogur y la leche. Ajustamos las cantidades de los ingredientes a nuestro gusto. A mí me gusta rebajar el potente sabor de la mayonesa con yogur y leche, pero esta ensalada se puede aderezar sólo con mayonesa perfectamente.
Añadimos la salsa a la mezcla anterior y mezclamos bien. La repartimos entre las hojas de lechuga, enrollamos y...¡listo!