Todos los años para nochevieja preparo algo diferente para llevar pues como somos muchos cada familia lleva una cosa y así completamos la cena sin cargar a nadie con demasiado trabajo. Encontré esta vistosa receta en el blog de macumani la presentación es fabulosa y muy colorida. Me encantó prepararlo y más aún comerlo. Les gustó mucho a todos, lo repetiré más veces, sin duda.
INGREDIENTES
-un paquete de espinacas congeladas de 400g.
-4 huevos
-ajo en polvo
-pimienta molida
-aceite de oliva y sal
-dos paquetes de salmón ahumado de 100g
-una tarrina de queso de untar 0% de 175g
-eneldo seco
PREPARACIÓN
Sacamos las espinacas del congelador con antelación y dejamos descongelar. Las escurrimos bien en el escurre verduras presionando un poco con la mano para quitar el exceso de agua. Las ponemos en una picadora, ahora las yemas de los huevos (las claras las reservamos en un plato), ponemos ajo en polvo, pimienta molida y sal. Lo picamos todo muy bien.
Pasamos esta mezcla a un cuenco grande. En otro cuenco grande ponemos las claras y una pizca de sal y las batimos a punto de nieve bien firme. Las añadimos a las espinacas y lo mezclamos muy suavemente con una lengua para que no se bajen las claras.
Ahora encendemos el horno calor arriba y abajo a 180º. Mientras preparamos la bandeja poniendo papel de horno. Vertemos la mezcla estirándola bien que quede como un centímetro y medio de grosor más o menos y la alisamos bien para que esté igualada.
Cuando el horno haya alcanzado la temperatura metemos la bandeja en la rendija del medio. A los diez minutos estará cuajado. Sacamos del horno y aún caliente le damos la vuelta. Ponemos otro papel de horno encima y con otra bandeja o como en mi caso con la tabla de madera le damos la vuelta.
Una vez que le hemos dado la vuelta quitamos con cuidado el papel de horno y despacio. Lo enrollamos así en caliente sobre el mismo papel de horno para que luego al enrollarlo con el relleno no se rompa.
A los diez minutos, solamente que haya templado lo desenrollamos para rellenar. Vamos a preparar el relleno. En un cuenco mediano ponemos el queso y espolvoreamos eneldo seco. Mezclamos bien. Lo ponemos sobre el bizcocho salado y lo extendemos bien que quede uniforme. Encima ponemos el salmón ahumado que cubra toda la superficie pero tampoco que sea demasiado para que no resulte un bocado pesado.
Una vez que lo tenemos relleno lo enrollamos a lo largo con cuidado y procurando que quede prieto y firme pero no aplastado. Nos iremos ayudando del papel de horno que tendremos debajo.
Una vez que esté totalmente enrollado lo envolvemos con papel film totalmente y lo metemos al frigorífico. Mejor dejarlo de un día para otro para que asiente todo bien.
Al día siguiente, y a la hora de presentarlo, lo sacamos del frigorífico y lo desenvolvemos. Sobre la tabla de madera lo vamos cortando con un cuchillo muy afilado en rodajas. Desechamos la primera y la última que son las feas.
Está realmente bueno. A todo el mundo le encantó.