Lo que te propongo hoy más que una receta es una “manualidad” y para poder llevarla a cabo es imprescindible contar con la inestimable ayuda de un colaborador de no muchos centímetros de estatura y pocos años de edad, de los que pertenecen al grupo denominado Niños. Para su realización he contado con la colaboración de una cocinera de 5 años, la cual ha tenido que enfrentarse a la difícil situación de tener chuches en sus manos y… no comerse ni una. He de reconocer que estaba bajo una fuerte presión fruto de la dulce amenaza de igual intensidad de: “si comes caramelos antes de que acabemos de preparar la sorpresa… a lo peor, tardamos mucho tiempo en volver a hacer algo con caramelos”. No sé si me he pasado un pelo o tres pueblos con el método pedagógico empleado, pero funcionó... bastante bien (solo desaparecieron un par de pétalos, en un descuido final). Búscate un ayudante que reúna las condiciones (hijo, sobrino, nieto, vecino…) en lo que a estatura y edad se refiere (con más mayores también se puede) y prepárate para disfrutar de un maravilloso rato preparando:
ROSAS DE CARAMELO… en un ramo
Esta propuesta la encontré un día que andaba buceando por internete a lo a ver que encuentro yo y me topé con el blog de Mabel, que siempre me da alegrías con sus maravillosas propuestas. Y de aquella inmersión salió esta receta, y es que como dice mi madre ahora todo está en el interné, pues esto también.
Ingredientes:Caramelos masticables tipo sugus, 1 por flor (más o menos).
Elaboración:Necesitaremos unos palillos de madera para brochetas, un poquito de paciencia, un muchito de humor y bastantes ganas de diversión.Al trabajar con niños, hay que ir a “su velocidad”, es decir, de 1 en 1.Desenvolvemos el caramelo, lo colocamos en un platillo y lo metemos 30 segundos al microondas. Así conseguiremos que el caramelo se ablande (ojo!! También estará caliente) lo necesario para estar moldeable, como si de plastilina se tratara o tratase.Hacemos una bolita y le damos forma de cono, será “el corazón de la rosa”. Insertamos el cono en un palillo de brocheta. Hacemos tantas bolitas (tamaño garbanzo pequeño) como pétalos queramos para nuestra flor, y los aplastamos entre el dedo pulgar y el índice (nos tienen que quedar muy, muy finitos) colocamos con cuidado un par de ellos sobre el corazón de la flor y luego los vamos superponiendo el resto con cuidado. La parte superior de los pétalos debe ser muy fina, para poder “darle” la sensación de movimiento.
Nosotras hemos preparado rosas (teníamos caramelos de sólo dos colores) pero tú puedes preparar las flores que más te gusten y de los colores que desees.
Igualmente puedes “moldear” formas a tu antojo…
Pueden adornar un bizcocho, una simple magdalena o… ofrecerlas como un dulce ramo.