Sables, pastas para la merienda

Entrando ya en espíritu navideño, y preparando la cocina (con el aire acondicionado prendido, por favor!) para la maratón de galletitas que se viene, comparto con ustedes la primer tanda... que está de más decir que no llega al 24...

Estas son las típicas masitas para tomar con un té o un café en la merienda, o por que no, con la temperatura que empieza a subir, usarlas para decorar algún helado o mousse helada en copas.

¿Se acuerdan cuando "el" postre de comer afuera era un helado (vainilla, chocolate o frutilla, y se acabó la lista), decorado con obleas, o en el mejor de los casos, lenguitas de gato? Bueno, estas quedarían buenísimas también.

Whole Kitchen en su Propuesta Dulce para el mes de noviembre nos invita a preparar un masa básica en pastelería: pasta sablé.

Son fáciles de hacer, tienen un nombre afrancesado, son ricas, suaves y crocantes a la vez... ideales para llevar de visita y quedar como una reina.
Suaves y mantecosas, ya que son a base de manteca, y crocantes por su borde azucarado, que les da el toque diferente.

Además no necesitamos corta pasta, ni decoración, ni nada extra... sólo una rica merienda, y estas sablés diamant para disfrutar. O, si participan de algún swap, una cajita, papel de seda y una estampilla!
Sablés diamant
Ingredientes:
180 gramos de manteca pomada
100 gramos de azúcar impalpable
1 cucharadita de esencia de vainilla
250 gramos de harina
1 huevo batido (para pintar)
Azúcar
Procedimiento:
Batir la manteca con el azúcar impalpable y la vainilla.
Agregar la harina y mezclar hasta integrar.
Formar 2 rollos de aproximadamente 3 cm de diámetro.
Cubrir con film y dejar reposar en la heladera.
Una vez fríos, retirar de la heladera, pintar con huevo batido y espolvorear con abundante azúcar.
Cortar medallones de 1 cm de espesor.
Cocinar en horno precalentado medio (180°C) por 20/22 minutos. Hasta que los bordes azucarados se empiecen a dorar.
Dejar enfriar y conservar en recipiente hermético.