El Shakshuka, Shakshookah o Chakchouka es tradicional de la gastronomía árabe, parece ser que es originario de Túnez y muy popular en Marruecos, Egipto, Libia, Argelia y en Israel.
La gracia de la shakshuka está en sus especias, tampoco demasiado extrañas a nuestra tradición.
El comino, el pimentón y la guindilla dan personalidad a esta prima hermana del pisto, que como éste va a la perfección con el huevo, me he basado en la receta de @elcomidista.

Pelar la berenjena dejando algunas tiras de su piel. Cortarla en daditos pequeños y freírla en aceite abundante en tandas hasta que se dore. Sacar a un plato con papel de cocina y reservar.
Despepitar y cortar los pimiento en trozos de unos 3 o 4 cm.
Pasar un par de cucharadas del aceite de las berenjenas a una sartén grande de fondo grueso.
Rehogar a fuego suave el pimiento con los ajos majados o picados finos, el comino, la harissa o las guindillas picadas y una pizca de sal unos 15 minutos o hasta que el pimiento se ablande.
Incorporar el tomate picado y el pimentón, rehogar unos 15 minutos más, hasta que pierda todo el líquido y se forme una salsa. Añadir las berenjenas y mezclar. Corregir de sal.
Hasta aquí se puede hacer con antelación.
Justo antes de comerlo, hacer huecos en la salsa para los huevos.
Cascarlos encima y dejar que se hagan tapados a fuego lento unos 5 minutos, con cuidado de que la yema no se llegue a cuajar.
Cuando la clara esté casi hecha, y sólo quede una pequeña parte transparente cerca de la yema, retirar del fuego y dejar tapado para que se termine de hacer.
Servir con yogur griego o labneh como acompañamiento si se quiere.