A veces puede haber mucho más horror encerrado en un thriller psicológico, mucha más inquietud , angustia y desasosiego, que en un film de terror a la vieja usanza. La atmósfera creada tan magistralmente por Martin Scorsese para Shutter Island, los planos rápidos y la trama que avanza sin descanso desde los primeros 15 minutos de la película solo contribuyen a meterte de lleno en este misterio lleno de aristas por todas partes. No te dejará indiferente.
Edward “Teddy” Daniels ( Di Caprio)es un veterano de la segunda guerra mundial que ha sufrido traumas del calibre de liberar el campo de concentración de Dachau o la terrible muerte de su mujer Dolores en un incendio ocurrido en su bloque de pisos. Un par de años después de esta tragedia personal a Teddy ,ahora agente federal le es asignada la responsabilidad de acudir a una siniestra isla en la que se encuentra un centro psiquiátrico para algunos de los psicópatas que han cometido actos criminales más peligrosos de América, un lugar en el que los internos están clasificados según su sexo y peligrosidad en tres pabellones distintos.
Allí ha desparecido una paciente como por arte de magia y Teddy, acompañado por un colega enviado especial desde Seattle, Chuck , interpretado por un sutil y perfecto Mark Ruffalo, se encuentra con unos profesionales de la psiquiatría (Ben Kingsley y Max Von Sydow)que se muestran herméticos y con una dudosa actitud durante su difícil investigación. El estado de nerviosismo y desconfianza del protagonista contrasta desde un principio con la tranquilidad y la paciencia de su compañero y no le ayudará el hecho de que a medida que su estancia se prolonga por motivos ajenos a su voluntad, las dolorosas migrañas y las alucinaciones en las que se aparece su mujer muerta constantemente , así como hechos desagradables relacionados con la paciente desparecida , sean más cada vez más constantes.
El protagonista sufre continuas alucinaciones relacionadas con su esposa muerta, Dolores, interpretada por Michelle Williams
Teddy y Chuck intentan romper con el muro de misterios que parece rodearles por todas partes . A continuación se suceden todo tipo de personajes oscuros que solo se magnifican a los ojos de Teddy, celadores sospechosos, enfermeras pasivas , guardias de seguridad excesivamente duros… Para colmo, el trauma que sufre después de ver las penurias causadas por los nazis casi 10 años atrás, le hace obsesionarse con la idea de que en la isla pueden estar cometiendose los mismos actos brutales que llevaban a cabo los médicos que trabajaban a las órdenes del Führer y que experimentaban inhumanamente con prisioneros.
Scorsese dirige a Di Caprio, Ruffalo y Kingsley en una de las escenas
Al salir de ver Shutter Island tienes la sensación de haber visto un thriller bañado por influencias de Hitchcock dado el suspense continuo, una pesadilla de 2 horas que ya ha entrado de cabeza como clásico imprescindible de su categoría. Scorsese se arriesga incluso a decepcionar al espectador con tanto flashback onírico del protagonista que pueden llegar a resultar casi rídiculos y excesivamente melodramáticos de no ser por el sorprendente desenlace final.
Una película al más puro estilo “negro” del Hollywood clásico ambientada en el escenario más siniestro posible en una época en la que barbaries como tratamientos con electricidad o lobotomías eran considerados para tratar a enfermos mentales. Una cinta atípica en un director como Scorsese que sin duda ha sabido llevarla a terreno, con una dirección magistral como acostumbra.
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