River parece haber perdido el rumbo. Sumó su tercer encuentro consecutivo sin victorias y aunque en su duelo ante Banfield logró igualar sobre el final (2-2), volvió a jugar muy mal.
Rubén Ramírez –quien con el encuentro 1-0 desperdició un penal- y Víctor López anotaron para el cuadro local. Ariel Ortega, de penal y el zaguero paraguayo Adalberto Román convirtieron para la visita.
Contrariamente a lo que se había especulado en la previa, Julio Cesar Falcioni no reservó a ninguno de sus titulares y su equipo salió dispuesto a complicarle las cosas a River. Prontamente, Walter Ervitti tomó las riendas y el local asumió el protagonismo del encuentro, presionando bien arriba y forzando el error rival.
Sobre los 4 minutos, el que falló fue Juan Pablo Carrizo, quien intentó despejar un centro desde la derecha y dejó el balón en los pies de Sebastián Romero. El ex Gimnasia mandó el centro y casi en la línea de gol, Rubén Ramírez (en Off Side) la empujó de cabeza.
Banfield retrasó sus líneas tras el tanto y fue River el que tomó la iniciativa, con Erik Lamela mostrándose activo por la banda izquierda y Ortega intentando hacerse de espacios para asistir a sus compañeros. No fue suficiente. Al equipo de Ángel Cappa le costó demasiado hilvanar acciones de riesgo y si se acercó al arco de Bologna fue por intermedio de remates de larga distancia, de Arano primero y Pavone –de lo más movedizo- después.
El local no hizo mucho más. Centró su esfuerzo en mantener el orden. En recuperar el balón y entregárselo a Ervitti, el distinto, el único capaz de romper los moldes. Las chances de gol, no obstante, llegaron de pelota parada y los que no pudieron sacar provecho de las mismas fueron Víctor López, a los 24 y Bustamante, a los 30.
Un minuto después, se hizo presente la polémica. Arano cometió una imprudencia y bajo en el área a Romero. Pezzota marcó el penal, pero sin antes percatarse que el propio Romero había tomado de la camiseta al lateral de River.
Cappa explotó, fue expulsado y Carrizo se reivindicó con una doble intervención –le atajó el penal a Ramírez y en el rebote se esforzó para sacar el cabezazo de Zelaya- fantástica. Todo, en menos de cinco minutos y previo al descanso.
La tónica se mantuvo en el complemento. River con el balón, mostrando sus gravísimas deficiencias a la hora de generar juego y Banfield agazapado, a la espera de algún contragolpe. Tuvo un par y no los convirtió.
A River, el empate parecía quedarle muy lejos, hasta que Víctor López se equivocó y a los 17 minutos tomó dentro del área a Pavone. El árbitro sancionó el penal y Ortega lo cambió por gol. Aunque de poco sirvió. Casi inmediatamente, a los 23, las falencias defensivas de River –flojísimos Maidana y Román, aunque en menor medida- y el propio López enmendó su error convirtiendo el segundo tras un corner ejecutado por Ervitti.
Perdido por perdido, Cappa cambió de jugadores. Entraron Mauro Díaz, Buonanotte (por Ortega) y Caruso y River se jugó el todo por el todo. Sin fútbol, pero con empuje, para terminar igualando gracias a un cabezazo de Adalberto Román.
Ya no hubo tiempo para más. Repartieron puntos y a ninguno le sirvió. Banfield quedó a ocho de Estudiantes y River –que sigue sin encontrar sustentos que permitan catalogarlo como aspirante al título- a siete.