Ya sabéis, que si "esto no, que engorda", "esto otro tampoco, que tiene mucha grasa", "mejor esto otro, que es más ligero"..., y al final un día por otro, nos encontramos con recetas que jamás se vuelven a preparar.
Una verdadera lástima. Pero no he sido consciente de la importancia de guardar y seguir preparando estas recetas hasta que este blog no comenzó a dar sus primeros pasos.
De hecho, si no hubiera sido por este espacio, platos tan sencillos y ricos como el arroz en costra de mi madre, el cóctel de marisco de mi abuela o la receta que hoy comparto con vosotros se hubieran perdido.
Y no exagero. Lo más probable es que jamás hubieran vuelto a estar sobre nuestra mesa.
Pero aún no es tarde. Todavía estoy a tiempo de guardar en este blog la receta del solomillo Wellington que mi madre ha hecho toda la vida -o, mejor dicho, hasta que yo empecé a dar la lata con la medición de grasas y calorías-. Un solomillo de cerdo envuelto en hojaldre.
Ñaaaaaaaaaaaaaaammmmm...
Con lo que me gusta el hojaldre!!! =D
¡¡Lo que me perdido durante todo este tiempo!!
Por cierto, he estado echando un vistazo por Internet y he observado que hay multitud de rellenos diferentes: de champiñones, de paté, de mostaza... -por poneros algunos ejemplos-. No obstante, en esta ocasión no he querido variar nada la receta (raro en mí). Quería hacerla tal y como mi madre la ha hecho siempre, con beicon.
INGREDIENTES
- 1 solomillo de cerdo
- 1 lámina de hojaldre (la mía era refrigerada)
- 4 lonchas de beicon
- aceite de oliva virgen extra
- sal
- pimienta
- 1 huevo batido
- Comenzamos salpimentando la carne y precalentando el horno a 180ºC. Por otro lado, calentamos un par de cucharadas de aceite con un diente de ajo en una sartén y marcamos la carne.
- A continuación, cubrimos nuestro solomillo con las lonchas de beicon.
- Extendemos el hojaldre sobre una bandeja de horno cubierta con papel sulfurizado, lo pinchamos varias veces con un tenedor y colocamos sobre él la carne.
- Por último, envolvemos la carne con la lámina de hojaldre, procurando que no quede ningún hueco
- Pintamos la superficie del hojaldre con huevo batido y horneamos durante 20 minutos a 180ºC o hasta que esté dorado.
La próxima receta volverá a ser navideña!!!!!!! yuuuuuuuuuupiiiiiiiiiiiiii¡¡Muy feliz semana!!