Atrás han quedado las rosas
de arcadias que fueron espinas
clavadas en el corazón
"Ya no es el por qué de las cosas
la luz de la llama divina"
proclama la luz asesina
de su propia contradicción.
El cuerpo ya no busca el alma
que es una erupción de la mente
en la tumba de la Reflexión...
Por fin ha llegado la calma,
y Oriente ya esta en Occidente;
comprémosle a Dios la patente
y la marca de su Creación.
Luis Eduardo Aute
Ahora más viejo uno va comprendiendo cosas que se fueron disfrazando en la infancia, mientras algunos amigos míos nunca supieron que era lo que pasaba en los años ochenta cuando unos señores de lentes oscuros se llevaban detenidos por nada a otros vecinos, cuando no se podía salir o cuando habían nombres olvidados que parecían rágagas para otros. Así se termina de vivir lo presenciado cuando se comprende el porqué estabas donde estabas cuando ocurrió lo que ocurrió.
Mientras un tren llega y la gente se baja ansiosa a su nuevo destino el presente se ha vuelto algo vertiginoso en las ciudades y los que se bajan lo saben, excepto en uno de los últimos vagones que se baja un hombre tembloroso de apellido Cleg (Ralph Fiennes) que ha dedicado todo el momento en recordar una dirección y un nombre. Después de tanto tiempo en el hospital psiquiátrico la ciudad se vuelve un lugar hostil para alguien que padece de esquizofrenia. Cuando sus pies lo van arrastrando lentamente hasta esos mismos barrios de su infancia ha cumplido su nuevo objetivo, llegar al lugar ahora sólo le queda aventurarse a tocar el timbre y esperar que en la puerta salga la señora Wilkinson (Lynn Redgrave) y todo estará resultando como lo pensaba.
Efectivamente en la puerta estaba la señora esperándolo, le indica su pieza y a sus compañeros, entre ellos Terrence (John Neville) un poco menos enfermo que él, pero también completamente dependiente de los cuidados de la señora Wilkinson. La habitación es tan oscura como su pasado, una cama un velador y la luz de una bombilla son todo lo que tiene Cleg en su nuevo universo externo. El resto es un cuaderno lleno de los garabatos que parece escribir para no olvidar lo que ha vivido en esa maldita infancia llena de piezas de un puzzle sin armar. Pero él es una araña, tal como su madre le decía, su vida se ha tenido que tejer nuevamente para captar que fue lo que pasó y porque ahora que es un adulto vive estos días. Así es como un día comienza a seguir a un niño y un pasado que lo lleva hasta ese lugar en que se encuentra enterrada su madre. Afuera de su casa el aún llora en la tierra su ausencia definitiva, mientras el niño Spider (Bradley Hall) continúa reviviendo los episodios de su infancia.
El mundo de Cleg está destruido, saber que su padre asesinó a su madre para quedarse con su amante, una mujer completamente distinta a la que imagen inmáculada de quien le dio la vida, casi como esas mujeres que salían en las revistas para adultos, vivir con dos asesinos fue algo que parece que llevó a perturbar la mente del niño Cleg, que quedó convertido en un pequeño arácnido que por más que trate de reunir todas las piezas de su quebrada vida, ya no podrá pegar cada parte sin que se vea en el fondo su tela de araña en la que su vida está atrapada.
El mundo de Cronenberg para algunos parece haberse calmado de tantos monstruos e imágenes asquerosas; la verdad son los mismos engendros que desde Shivers estamos mirando, sólo que ahora están en la misma historias de que habitamos. Nuestras infancias son la cuna de nuestros peores monstruos, por lo mismo es la etapa que le debemos respeto y un especial cuidado siempre.
Saludos a todos
Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Spider en Wikipedia
4.- Trailer