Tarta vegana de arándanos

¿Cómo es la tarta de cumpleaños de un blogger de cocina? Ya hice esta pregunta el año pasado cuando publiqué la que fue mi tarta de cumpleaños de aquel entonces, la tarta de Limón y mousse de frambuesa. A cada uno le gusta hacer su tarta de cumpleaños como más le gusta. Para los amantes del chocolate una Tarta de Ferrero Rocher les encantaría, mientras que a los que prefieren algo suave pueden elegir entre una tarta mousse de limón o una tarta de queso de toda la vida.
Si os fijáis un poco os daréis cuenta de que me gusta introducir frutas en mis tartas. ¿Por qué? Bueno, le aportan mucho sabor, textura y el azúcar natural de la fruta. Además, en mis postres siempre intento poner la cantidad mínima de azúcar, ya que no me gusta que mis postres sólo sepan a azúcar y no a lo que deberían de saber.
La tarta de este año es una tarta que llevaba tiempo queriendo hacer. La receta original no es mía, todo hay que decirlo, sino que la encontré en un canal de Youtube de cocina que se llama Peaceful cuisine, aunque he modificado un poco las proporciones según mi criterio. Se trata de una tarta vegana de arándanos, con la cantidad justa de azúcar y de grasas. Aquí el protagonista es el arándano, con su sabor tan suave. La tarta no es difícil de hacer y además es muy ligera, ya que no lleva nata ni nada indigesto.
Ingredientes para una tarta de 25cm de diámetroPara la base

• 45gr de almendra cruda sin pelar
• 45gr de dátiles sin hueso
• 45gr de aceite de girasol
• 45gr de avena en copos o molida

Para el relleno

• 200gr de anacardos crudos
• 200gr de arándanos morados
• 130gr de azúcar moreno o de panela
• 400ml de leche de coco
• 200ml de agua
• 3 cucharadas soperas de Maicena
• 4gr de agar-agar

PasosVamos a comenzar haciendo la base. Precalentad el horno a 180ºC para que vaya cogiendo calor. Si tenéis una batidora de las potentes, tipo vaso americano, podéis triturar todos los ingredientes de golpe y a la vez. Para los demás yo os recomiendo que trituréis primero las almendras en el procesador de alimentos, luego los dátiles, y luego integréis los otros ingredientes, sino se os hará un pastizal en el que vuestros procesadores de alimentos no van a poder triturar nada. 
Cuando lo tengáis todo bien triturado, extendedlo sobre la base de un molde de 25cm de diámetro, apoximadamente. Yo usé uno desmoldable para poder desmoldar la tarta mucho mejor. Meted la base de la tarta al horno durante unos 15 minutos aproximadamente. Llevad cuidado de que no se os queme. Ya que estáis podéis aprovechar y hacer unas cookies o cookies sin gluten, ya que hace falta la misma temperatura y el mismo tiempo de cocción. Pasado este tiempo tendréis la base de la tarta dorada. Dejad que se enfríe bien y reservadla.
Para hacer el relleno vamos a comenzar triturando los anacardos crudos en el agua y el agua de coco. Trituradlo bien durante un buen rato para que no queden trozos de anacardos por ahí sueltos. Añadid el azúcar y los arándanos también y trituradlos hasta que toda la mezcla tenga un color morado uniforme. Finalmente, añadid al vaso de la batidora tres cucharadas soperas rasas de maicena y cuatro gramos de agar-agar. El agar-agar yo lo compré en sobres, que van de dos gramos cada uno. Triturad muy bien hasta que estos últimos ingredientes se hayan integrado a la perfección.
Cuando todo esté bien triturado tendréis que coger un cazo y cocer la mezcla. Al usar agar-agar la mezcla tiene que hervir durante unos minutos, así que poned el cazo a fuego medio y cocinadlo bien. Yo tuve la mezcla hirviendo unos cinco, removiendo con unas varillas para que no se pegase en el cazo. 
Pasado este tiempo lo único que tenéis que hacer es verter la mezcla sobre la base de vuestra tarta. Si queréis podéis poner arándanos por encima para decorar. Esperad a que la tarta se atempere e introducidla en el frigorífico. A mí estas tartas me gusta tenerla toda la noche en el frigorífico para que todos los sabores se mezclen a la perfección.
Enjoy!