Mención especial para Antonia su madre, que me regaló estos cuencos de ganchillo tan ideales y utilicé como soporte para presentar las tejas. Una artista de la aguja de ganchillo que disfruta un montón haciendo pequeños detalles que luego regala con mucho cariño. ¡¡GRACIAS a las dos!!.
En el fondo de esta fotografía se puede apreciar cómo
se extiende la masa sobre la bandeja
Ingredientes:
- 125 gr. de nata líquida 35% materia grasa
- 250 gr. de almendra laminada
- 200 gr. de azúcar
- 50 gr. de harina de repostería
- Pizca de sal
- Precalentar el horno a 200º.
- Mezclar en un cuenco todos los ingredientes secos (azúcar, harina, sal y almendra).
- Añadir la nata y remover con cuidado para no romper mucho las almendras.
- Con una cuchara tomamos pequeñas porciones de la masa y vamos colocando en una bandeja de horno cubierta con papel de hornear, para desmoldarlas fácilmente. Hay que dejar separación entre ellas porque van a extenderse bastante durante el horneado.
- Horneamos durante 10 minutos aproximadamente. Cuando veamos que los bordes se tuestan, retiramos con una espátula.
- Aquí llega la labor más tediosa, aunque merece la pena. Podemos dejarlas planas o darles forma colocándolas de una en una y en caliente sobre un rodillo. Apretamos un poco con cuidado de no romperlas y dejamos enfriar. Lo mejor es que alguien nos ayude porque si se enfrían no podremos conseguir tan bonita forma.
- Cuando las tengamos todas listas y frías, se guardan en caja de lata o bolsa de celofán y se conservan estupendamente durante varios días. No puedo precisar cuántos porque nunca han durado más de tres.