Revista Cocina
El viaje en el espacio es a la vez un viaje en el tiempo y contra el tiempo. Un lugar no es sólo su presente, sino también ese laberinto de tiempos y épocas diferentes que se entrecruzan en un paisaje y lo constituyen.
Claudio Magris
Nuestros antepasados prehistóricos fueron viajeros por necesidad y de eso sabe muchísimo mis primos, grandes expertos, historiadores, escritores y arqueólogos malagueños, Pedro Cantalejo y Maria del Mar Espejo, (AQUI verán la presentación de uno de sus últimos libros publicados), de la historia más lejana de nuestros ancestros.
Ya en aquella época los homínidos eran grandes viajeros, nómadas que debían trasladarse de un lugar a otro, no sólo buscando su sustento, persiguiendo a los animales de caza, recolectando lo que la tierra y las orillas de la mar les ofrecía, sino que también les motivaba la curiosidad.
Ésa cualidad innata que aún hoy en día, al igual que hace miles y miles de año, nos mueve a recorrer los caminos del cada vez más pequeño mundo que habitamos.
Un mundo del que me queda mucho, muchísimo por descubrir, por visitar, por ver…ya que, aunque no me puedo considerar una viajera consumada, puedo sentirme afortunada por la cantidad de sitios que he tenido ocasión de visitar.
Prácticamente he viajado y conozco casi todas las provincias españolas; puedo contar con una mano las que me queda por visitar….y no una, algunas en muchísimas ocasiones.
Y en cuanto a países extranjeros, quienes siguen Mi cocina virtual y leen las introducciones de las recetas, saben mi pasión por los lugares del mundo que he ido visitando, algunos de ellos como es el caso de Egypto, Suiza, Francia, República Dominicana, Thailandia, Inglaterra y Cuba…no una, ni dos…en algunos casos tres y en más de tres ocasiones.
Y no he vuelto, por falta de ganas a India, Japón, Italia, Méjico, Brasil, China, Marruecos y Belice.
Es imposible para mi escribir y describir mi experiencia, aunque muchas veces lo he pensado y quizás algún día me atreva a ir escribiendo mis recuerdos, aunque de vez en cuando en éste recetario que es
Mi cocina virtual, he ido contando algunas de las cosas que me han sucedido, lo que he vivido y lo que me han ido enseñando los países y las personas que he conocido a lo largo de éste mágico camino que he ido recorriendo en mi vida.
Me ha permitido repasar mentalmente algunos momentos, que se quedará en éste blog y por supuesto en mi memoria, en mis recuerdos para siempre y que en definitiva conforma en parte la verdadera esencia de lo que supone que ha sido para mi viajar: aprender.
Experiencias que me han hecho crecer como persona a pesar de que he ido dejando parte de mi en todos esos lugares increíbles, maravillosos todos (porque siempre, siempre he intentado mirar el lado positivo, el lado bueno de los sitios y de su gente).
Lugares de los que nunca me iré completamente; es el precio que hay que pagar por conocer otros lugares…y que yo, sin dudar lo pago gustosamente.
Paises, sitios, lugares…que me han cautivado, de los que he aprendido y seguiré aprendiendo incluso gastronómicamente hablando.
Hoy, desde mi ordenador también viajo a otras cocinas, a otros blogs y aprender al igual que hacía en cada viaje real, intentar (no siempre lo he conseguido, todo he de confesarlo) probar lo típico de cada lugar, disfrutar de nuevos sabores e ingredientes, tal y como me ocurría en los viajes reales.
Y es por ello por lo que en Mi cocina virtual, encontrarán una gran influencia Oriental, como en ésta ocasión....una receta china.
¿Como la hice?
Ingredientes:
Medio kilo de filetes de ternera cortada en tiras, seis o siete champiñones, media cebolleta, media cebolla morada, un pimiento verde, uno amarillo, dos zanahorias, medio calabacín, un puerro, una cucharada pequeña de jengibre en polvo, una cucharada de ajonjolí (sésamo), medio vaso pequeño de vino de arroz (pueden usar en su lugar vino blanco), una cucharada de maicena, media cucharadita de café de levadura (uso Royal), dos cucharadas soperas de salsa de soja, una cucharada de salsa de ostras, una cucharadita pequeña de café de azúcar, una pizca de pimienta negra, agua y aceite de sésamo (en su lugar pueden usar aceite vegetal o de oliva).
Los productos asiáticos los suelo comprar en un establecimiento oriental de Torremolinos....pero hoy en día se suelen encontrar en cualquier gran superficie, ésta es la salsa de Ostras.
Los pasos a seguir:
En un cuenco echar una cucharada de salsa de soja, una cucharada de vino de arroz, la levadura y una cucharada de maicena junto con la carne, removiendo bien a fin de que se impregne, dejándola macerar una media hora.
En otro recipiente mezclar una cucharada de salsa de soja, la cucharada de salsa de ostras, el azúcar, la pimienta negra recién molida, una cucharada de aceite de sésamo y una cucharada de maicena disuelta en un poco de agua. Remover bien y reservar.
Mientras cortar las verduras en trozos alargados.
Pasados los treinta minutos, comprobarán que la carne se ha recubierto de una especie de paste ligera; remover bien, mezclando la carne con ésa pasta y añadir una cucharada de aceite (así se evita que la carne se queden pegados unos a otros al freírlos).
En una sartén honda echar un buen chorreón de aceite y calentar a fuego fuerte.
Echar la carne y freírla unos segundos (se puede hacer por tandas). Sacarla y reservarla.
En el mismo aceite echar la verdura y dejarla hacer a fuego fuerte durante unos minutos, hasta que pierdan la rigidez.
Añadir la carne y el vino de arroz y dejar que se evapore durante un minuto, agregando la salsa que se había reservado.
Dar unas vueltas y servir espolvoreando con el sésamo. Acompañar con arroz blanco.
¡¡ Buen provecho !!
El sentido del viaje, no está en llegar, sino en el transcurso del viaje, en lo que se vive, en lo que se aprende ….. tal y como indica el gran poeta griego, nacido en Egypto, Constantino Gavafis ….en su poema Ítaca.
Son algunos fragmentos..
Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios…