Creo que ya no hace falta decir que esta es una nueva aportación de mi madre al blog. Se nota. Es salada, tiene forma de pastel rectangular y lleva verduritas.
Pero, además de por estar hecha por mi mami -cuyos platos siempre saben mejor que si los cocino yo-, esta receta tiene algo más que la hace aún más genial.
Y es que es muy ligera. Ideal para quienes ya están pensando en ponerse en forma de cara a la operación bikini.
- 1Kg de patatas
- 1Kg de zanahorias
- 500g de guisantes
- 3 huevos
- 50g de queso parmesano rallado
- 500mL de leche evaporada
- Pimienta
- Sal
- Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas de medio centímetro de grosor. Las cocemos durante 10 minutos en agua con sal, y las escurrimos.
- Pelamos las zanahorias, las cortamos en láminas y las cocemos en agua con sal hasta que se ablanden, y retiramos. En un cazo, cocemos los guisantes y los escurrimos.
- Engrasamos un molde alargado, de cake, y lo forramos con papel vegetal. Reservamos.
- Por otro lado, batimos los huevos con la leche. Salpimentamos y agregamos el queso.
- A continuación, disponemos una capa de patatas en el fondo, encima una de zanahorias y, sobre esta, una de guisantes. Vertemos un cazo de la mezcla de leche y huevos. Repetimos el procedimiento hasta completar el molde, y vertemos el resto de la mezcla de leche y huevos. (Os sobrará un poco de verdura y crema de huevos y leche, por lo que yo os recomiendo preparar un pequeño molde rectangular y rellenarlo con las verduras y crema sobrantes).
- Cocemos en el horno a 180ºC, al baño María, de 40 a 45 minutos. Dejamos enfriar antes de desmoldar. Servimos a temperatura ambiente.