Revista Cine
Un crítico no quiere hacer cine, un comentarista de cine no quiere hacer cine (al menos no debería querer), no sabe como, no ha estudiado para ello, solo ve películas, ese es su principal trabajo: ver y ese hecho, le da perspectivas, le ayuda a comprender y a tener herramientas para comparar o para juzgar. Y eso es lo malo, sorry siempre juzgas: en el cine y en la vida, parece que es natural.
En el cine los motivos y los temas son lo de menos, lo que importa es ser verosímil, creo que eso es básico: como en el amor si no te creen, te jodiste. Y de verdad, de todo corazón, no le pude creer mucho al realizador de esta película, pues da la impresión de que ni el mismo sabia lo que estaba queriendo contar.
Lo siento mucho por el señor Zurita, actor de la vieja escuela, a quien he visto innumerables veces en televisión y en el cine (no me pondré a enumerar porque escribiría diez páginas), buen actor, con una dicción impecable, y si… vamos… lo diré me hacia temblar las rodillas a los 13, y quizás después, quizás todavía: ¿Lo han visto a sus casi sesenta años?, es de esa clase de hombre que parece que los años no les caen encima, al menos no para pudrirlos. Si no hubiese sido por el, jamás se me ocurre ir a ver “Travesía del desierto”.
Juro por dios que a ratos sentía que estaba viendo “Con el corazón en la mano” el film grandilocuente de Mauricio Warlenstein, juro por dios que el personaje de Claudia La Gatta, me recordó muchísimo al de Maria Conchita Alonso en el film del mismo director de 1988: ambas mujeres provocadoras, llenas deseos enfebrecidos, vicios y con ansias de calmar la entrepierna. Tan parecidas, sobre todo en que ambos personajes son tan obvios, tan caricaturescos, exagerados que no logran convencerte ni de su deseo, ni de su amor, ni de su odio.
Cuando empieza la película en un tono light, uno cree que va a ver una cinta de aventuras, mezclada con romance y quizás un poco de sexo, algo tipo El especialista (1994) (¿la recuerdan? un film que no busca nada de arte ni de grandes temas, pasa piola solo porque Luis Llosa no se toma tan en serio el sexo entre Stallone y Stone) pero cuando el film avanza te confunde: ¿Es esta una cinta porno, un drama, una comedia o qué?
Y no me salgan con eso de que es una película compleja que maneja todos los formatos y géneros (lo cual seria muy válido), porque aquí lo grave es que –como espectador- uno no sabe cuando reír o cuando llorar, porque el guión quiere abarcar tanto que termina mostrando nada. Travesía del desierto es una gran interrogante y genera un gran vacío, con todo y su muy absurdo intermedio musical (es la escena más traída de los pelos que he visto en mi vida), donde cantan y terminas preguntándote a razón de qué...
Travesia no obedece ninguna regla de lo que se llama la trama de un film y las intenciones que se supone debería llevar todo guión consigo, eso que responde a la pregunta básica (tacita siempre para quien mira): ¿para qué se nos cuenta lo que se nos cuenta? ¿Nos quieren entretener, nos quieren hacer llorar, nos quieren hacer reír?
Situaciones exageradas, y vacías que no nos dicen nada, son en su mayoría lo que intenta recubrir las faltas de cohesión en la historia, pero ni a fuerza los zapatos entran y, por ejemplo, el drama de cada personaje contado como anexo de la aventura (de un modo absolutamente forzado) no logra ponernos en situación ni relacionarnos con estos cuatro desafortunados (el millonario en desgracia, la modelo erótica, y los mejores amigos de ambos) que intentan huir de la muerte o lo que sea, pues ni la adrenalina ante la persecución (a pesar de los efectos especiales) llega a sentirse desde la butaca de la sala de cine.
Mención aparte merece el sexo, que es muy importante en los films de Mauricio Warlenstein (Macho y hembra, De mujer a mujer, también con Zurita por cierto) y que no lo es menos en esta película:, muy bien, creo que el director nos convence de dos cosas: la primera que Claudia La Gatta es hermosa (bastante) y la segunda que nunca sé es suficientemente mayor como para tener sexo en el desierto, con una jovencita mucho menor que tú, pero mas allá de eso (espero que entiendan mis ironías) no pasa nada, porque el melodrama erótico no va a ningún lado, la historia que posa de ser "de arte" no llena las expectativas.
El guión es demasiado flojo, soso, aburrido, si quería hacer del sexo “algo más”, algo con peso en la trama, hubiese tenido que poner más énfasis en el libreto, en los diálogos, en las actuaciones (que exceptuando a Zurita todas son muy regulares), en la historia en sí, que termina siendo mucho ruido y pocas nueces.
De su película, el director ha dicho: “Es una película sobre la solidaridad humana, la irreverencia, la insumisión, y la posibilidad de que dos seres que no tienen nada que ver el uno, con el otro, puedan ser redimidos por la pasión” y yo me pregunto: ¿Qué pasó?, porque de esto no vi absolutamente nada.
Calificación: 5/10