Son tiempos de derrumbes, todo se está cayendo de tanto sumarse en mentiras, abusos de poder y algunas corrupciones... no lo digo ni por política... es común ahora ver como los intocables obispos y sacerdotes son acusados de los peores abusos que un ser humano puede cometer; o ver al ex-presidente del Fondo Monetario Internacional esposado por intentar violar a una camarera... si bien pareciera que la justicia está llegando a todos... no será porque el poder judicial tenga una visión más equitativa... sino que ahora los celulares, las calles, los pasillos tienen cámaras que permiten evidenciar lo que pasa... ahora un pequeño rumor como la muerte de Bin Laden por un vecino en Pakistán se convierte en noticia mundial. Así la verdad parece ir ganando terreno... pero gana espacios cuando el miedo se va desvaneciendo por lo que se considera más justo... cuando alguien denuncia a un poderoso se va rompiendo de a poco el miedo y vamos creando un nuevo tiempo, más justo y menos amargo... no se trata de que el bien le gane al mal, ni que todo parezca final feliz... de hecho nunca he sabido bien quien es el bien y el mal... no porque no lo pueda distinguir... más bien porque creo que no existe ni lo uno ni lo otro... no creo que exista gente mala... ni los peores tiranos ni los máximos santos... simplemente hay momentos en que se actúa de buena fe y otros... también.
Brooklyn está lleno de historias y también de desilusiones, como las que llevan a Lucas (Paul Dano) a dejar los cartones en que vive para acercarse a la muerte... pero también fracasa en su intento de suicidio y sólo consigue que los trasladen a un hospital. Mientras que al lado suyo se encuentra Jacques (Brian Cox) un tipo mucho mayor que hace lo que quiere, xenófobo y desagradable; no tiene nadie más en la ciudad y un ataque al corazón lo hizo parar en el hospital al lado de Lucas... así el dificil momento del hospital se convirtió en una gran experiencia para ambos.
Pero la soledad de Jacques lo hizo pensar en una solución para él y su amigo vagabundo de los puentes, así fue como encontró a Lucas en el mismo puente y desde ahí lo trajo a su bar a vivir y a seguir con el sueño que había construido, así comienza a enseñarle todas las reglas fundamentales para que un bar funcione... no qutar los vasos, no hacerse amigos de los clientes, no aceptar vegetarianos ni mucho menos mujeres... para ellas están las pastelerías y café, sólo los hombres beben en bares... Lucas no entiende mucho tal vez por la inocencia que lo poco vivido le ha dado o porque puede tener un buen corazón.
En medio de la noche y con su rostro lleno de lágrimas llega April (Isild Le Besco) recién despedida de su trabajo, a los oídos de Lucas su historia es conmovedora y la deja quedarse en su habitación... el mundo esta lleno de soledades, las grandes ciudades tienen tantos habitantes que los corazones se pierden entre tantos sueños, tantos miedos y lo cotidiano se puede convertir en una secuencia desgastante que desconoce el amor y el verdadero motivo por el que nos pusieron en éste proyecto... no por ser buenos ni malos... simplemente para regalar los alientos que tenemos, en tratar de que lo que pasamos sea un buen viaje y que el camino sea mejor para los que vienen... así la vida va mejorando y se hace más justa, pese a que la historia recuerde más los momentos dolorosos la vida tiene más gente que usa su buen corazón para que las cosas salgan mejor... acá hay un ejemplo de eso.
Saludos a todos.
Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- The good heart en Wikipedia
4.- Trailer