Revista Cultura y Ocio
En lo personal, detesto leer el periódico. Casi todo lo que trae muestra una marcada tendencia a caer en uno de dos lados, el de lo mortalmente aburrido y el de lo ridículamente banal, cuando no idiota. Pero qué se va a hacer: hemos venido a compartir, casualmente, el mismo universo, así que de cuando en cuando lo cojo y le hecho una ojeada; y, si hay suerte, puede darse el caso de que me tope con una noticia interesante, o por lo menos más que el hecho de que una actriz de la televisión haya dicho que su novio no está celoso de que ella tenga que besar a otro actor en una serie (¿realmente vivo en un mundo en el que ese tipo de cojudeces merecen ser llamadas "noticias"?). Ayer, mientras esperaba en un café, espresso de por medio, me puse a revisar el periódico del día y me encontré con una noticia que llamó mi atención: aparentemente, va a reeditarse, por primera vez en Alemania, el libro que dejaría una de las cicatrices más oscuras de la historia de esa espectacular nación. Me refiero a Mi Lucha, la obra capital del nazismo, cuyo autor no es otro que el mismísimo Adolf Hitler. La idea de la editorial que está llevando a cabo el proyecto, de más está decirlo, no es en lo absoluto revivir viejos ardores, ni mucho menos promover la ideología nazi, sino más bien realizar una edición anotada y comentada, que ellos esperan sirva para que el público mismo pueda juzgar lo malo que es en realidad el libro.Pero esos son temas aparte. Sea cual sea el objetivo que persigan, yo no puedo dejar de aplaudir propuestas como la que están llevando a cabo al reeditar esa obra. Para los lectores alemanes, se trata de una oportunidad para encarar, aceptar y, finalmente, superar uno de los fantasmas que late en su pasado, en lugar de seguir esperando a que se quede dormido y tranquilo en el cajón de los malos recuerdos (cosa que los fantasmas no suelen hacer por mucho tiempo). Siempre he dicho que una de las fases esenciales en procesos como este es, precisamente, el de tomar una actitud respecto a la propia historia, y para hacer algo así es necesario conocerla, entrar en contacto con ella, o la actitud que se tome estará, en el fondo, tan vacía como la cabeza de Paris Hilton. Yo no he leído Mi Lucha. He escuchado comentarios de gente en cuya opinión creo a ojos ciegos, según los cuales se trata de un libro muy malo, que no se sostiene ni estética ni estructural ni filosóficamente. Pienso, también, que este libro sólo pudo ser tan influyente debido al contexto histórico y social en el que fue concebido y leído, cuando el fascismo se imponía como una "moda" política y el antisemitismo era una actitud corriente, no sólo en Alemania sino en muchos países (incluidos Francia y los Estados Unidos). Leída en la actualidad, se convierte en una pieza de museo, en una ventana a los horrores del pasado, pero también en una herramienta de autoconocimiento, por parafrasear a Hegel, de auto interpretación como resultado y parte de complejos y profundos procesos históricos.Sé que hay líneas de opinión enfrentadas. Era de esperarse, tratándose de uno de los libros más "peligrosos" de su época (es curioso, cuando uno lo piensa, que otro de los libros que más horrores, persecuciones y matanzas ha producido en el mundo, la Biblia, no solo no haya sido prohibida nunca, sino que hasta se promueve su lectura). Pero ya lo decía antes: yo soy de los que aplaude este tipo de proyectos, no solo porque descreo de la censura por razones filosóficas, sino también por todo lo demás. No podemos saber qué terrores traerá el futuro (porque nunca se terminarán, o al menos no mientras el ser humano siga siéndolo), pero creo firmemente que propuestas como ésta pueden ayudar a evitar dos o tres de ellos.